“An2 de π”, la pasantía de πlares Construcciones que cambió la vida de muchos este verano

“El programa elaborado, alejado de todo formalismo, fue excelente”.

“Para muchos de nosotros, la primera experiencia de este tipo durante nuestra trayectoria estudiantil”.

“Fue una muestra efectiva de talento, creatividad, y de comprensión de cuánto puede brindar una experiencia como esta a jóvenes en desarrollo”.

Son solo algunos de los criterios de los 100 jóvenes estudiantes de Arquitectura e Ingeniería Civil que recientemente concluyeron el programa de pasantía “An2 de π”, organizado por la empresa privada capitalina πlares Construcciones S.R.L.

Inserción en las dinámicas de empresas, actividades socio culturales, de recreación, acciones de protección del Medio Ambiente y de responsabilidad social empresarial, fueron algunos de los ejes centrales de “An2 de π”.

“Fue un mes de muchas experiencias, donde logramos crear valores de equipo y de amistad entre los estudiantes, y esa es una de las cosas más importantes que nos dejó la pasantía”, aseguró a Negolution Yulieta Hernández, socia fundadora de πlares Construcciones y una de las organizadoras del programa.

Los antecedentes de la pasantía están muy relacionados con los programas de responsabilidad social que desde hace varios años desarrollan en la empresa.

“Durante la Covid-19, por ejemplo, hicimos preparaciones técnicas de obras constructivas gratuitas a personas que no podían pagarlas”, contó.

Estas acciones, sin embargo, no se circunscribieron solo al tiempo de la pandemia, sino que han crecido en número y clientes, y tan solo en el primer semestre de este año ya superan las 100.

“El cubano trae la responsabilidad social en las venas, lo que pasa es que muchas veces las personas no saben qué pueden hacer, o no lo saben visibilizar”.

Con este programa de pasantía de verano lograron trascender aún más la línea de responsabilidad.

“Somos una mediana empresa y por tanto nuestras acciones tenían un impacto menor, pero ahora ese impacto de responsabilidad social se extendió a los estudiantes, a los colaboradores, a las empresas, a todos los que formaron parte”.

Tras cuatro semanas de actividades “An2 de π ” culminó el pasado 25 de agosto en la Fábrica de Arte Cubano. Durante un mes, permitió a un centenar de futuros ingenieros y arquitectos acercarse a las dinámicas laborales en el sector de la construcción.

Según aseguró Yulieta los colaboradores fueron los que hicieron posible el desarrollo de este programa vacacional.

“Decimos que la pasantía no fue solo de πlares, sino de todos los que apoyaron de una forma u otra.  A casi todos los que le tocamos la puerta para que colaboraran dijeron que sí, tuvimos más de 60 colaboradores entre negocios privados, cooperativas, proyectos de desarrollo local, fundaciones, empresas estatales y ministerios”.

La pasantía contó con un programa curricular u uno extracurricular, con actividades de socialización, recreativas, todas articuladas con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenibles de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.

“Fue algo que se diseñó muy chiquitico, y fue creciendo sobre la marcha, incluso con la pasantía en marcha las personas veían por las redes lo que estábamos haciendo y nos contactaban para colaborar”, contó Yulieta.

El programa se diseñó originalmente para 10 estudiantes, pero la convocatoria se viralizó y más de 150 estudiantes de distintas provincias se mostraron interesados por participar. Finalmente, lograron reajustarse y aceptar a 100 jóvenes.

“Tuvimos estudiantes de Santiago de Cuba, Holguín, Granma, Ciego de Ávila, Villa Clara, Cienfuegos, Matanzas, Mayabeque, La Habana, Artemisia y Pinar del Rio. Les dimos la libertad a los estudiantes de escoger los programas y las actividades donde quisieran inscribirse, porque queríamos que la experiencia fuera muy dinámica, por eso nos desplazamos por toda La Habana, incluso salimos fuera de la capital”.

Pero el proyecto no solo brindó oportunidades laborales, sino que también desafió las normas de género en un sector tradicionalmente masculino, como la construcción.

“Logramos un balance de género entre los pasantes. En una sociedad patriarcal y en un sector machista como es la construcción, es muy importante que otras mujeres vean que sí es posible abrirse camino, que es posible ser una profesional respetada, reconocida, ver que otras lo han logrado y que ellas también pueden. Logramos romper estereotipos asociados a las mujeres y las especialidades de la construcción”.

Profesionales ya graduados fungieron como tutores durante las cuatro semanas de trabajo de “An2 de π”, que incluyeron la incorporación al ambiente laboral en 7 empresas, privadas y estatales, premios por desempeño y concursos técnicos.

“Empresas de la construcción del sector estatal apoyaron esta iniciativa, y esto fue muy importante para que finalmente pudiéramos incluir a 100 estudiantes en el programa curricular”.

“Todo el mundo aportó ideas, las expectativas se superaron muchísimo, nos hizo crecer mucho como equipo, como empresa. En este tipo de programas tú no solo das, también recibes de los estudiantes, es un ganar-ganar: gana la empresa que los organiza y ganan los estudiantes”.

Aunque hace apenas pocos días terminó la primera edición de “An2 de π”, desde ya Yulieta y su equipo trabajan para organizar la del año 2024.

“En el mundo entero se hace pasantías, remuneradas o no remuneradas, siempre hemos hecho énfasis en que otros negocios lo hagan. En Cuba la ley laboral cambió y actualmente es posible que las empresas contraten estudiantes, son un recurso humano joven, que viene con buenas ideas, sobre todo en momento donde el recurso humano es un tema muy complejo para todos, y para el estudiante es magnífico, porque cuando salen de la universidad se pueden enfrentar a un mercado laboral que no les es ajeno o desconocido”, aseguró.

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