Sus sueños pueden parecer una locura, pero ya le han propiciado una fortuna estimada en 19 mil 900 millones. Además de estar entre los más ricos del mundo, en diciembre de 2016 Forbes le dio a ELON MUSK el número 21 en la lista de las personas más poderosas del orbe. Sus admiradores le han denominado “el arquitecto del mañana”. Musk sacudió Internet al crear la plataforma de pagos que se convertiría en el famoso PayPal; después revolucionó la industria del automóvil con Tesla y ahora pretende conquistar la galaxia con Space X. Todo eso en menos de dos décadas. Pero, a decir verdad, la historia de este sudafricano es impresionante desde su primer sueldo, no por la cantidad, sino porque tenía solo 12 años.
De 500 dólares a 20 mil millones
Quien ve al exitoso empresario de 46 años no se imagina que fue víctima de bullying. Según cuenta su biógrafo Ashlee Vance, en una ocasión le dieron una paliza que lo dejó sin conocimiento. “La mía no fue una infancia feliz, sino triste –recuerda Musk–, pero supongo que eso ayuda”. De niño se refugió en la ciencia ficción, los libros y las computadoras.
Sin que nadie le enseñara programó Blastar, un videojuego que vendió a una revista especializada por 500 dólares. A los 17 años dejó Sudáfrica sin el apoyo de su padre. Después de pasar un tiempo en Canadá, se fue a estudiar Administración de Empresas y Física en la Universidad de Pennsylvania gracias a una beca. En Estados Unidos fundó su primera empresa Zyp 2, dedicada a la gestión de sitios web. En 1999 vendió la compañía a Compaq y sumó a su cuenta personal 22 millones.
Ese dinero lo arriesgó en su próxima idea. “Siempre invierto mi propio dinero en las compañías que formo”.
Y asegura: “No voy a pedirles a otras personas que inviertan en algo si no estoy preparado para hacerlo yo mismo”, una convicción que lo ha puesto en apuros más de una vez. Musk creó x.com, que dicho así no parece importante pero basta aclarar que fue el servicio de banca online que luego se convirtió en PayPal. En sus orígenes la plataforma daba diez dólares a los usuarios para compras en eBay, y superó los cien mil clientes en las primeras cinco semanas. El éxito fue tal que en 2002 el popular sitio de subastas compró PayPal por mil 500 millones de dólares. Con esa venta, y en apenas tres años, Musk alcanzó el sueño de Silicon Valley y pasó a dedicarse a lo que le importaba de veras: una “civilización multiplanetaria” y un mundo sin combustibles fósiles.
Space X para Marte
Tesla para la Tierra Según Musk el hombre se dirige al fin y la salvación está en Marte. “El futuro de la Humanidad se va a bifurcar: colonizamos varios planetas o nos quedamos confinados en uno y nos dirigimos a una extinción casi segura”. En junio de 2002 utilizó cien millones de su fortuna para fundar su tercera compañía, Space Exploration Technologies. Space X desarrolla y produce lanzaderas espaciales y es la única empresa en lograr que un cohete aterrice íntegro y pueda ser reutilizado. Este avance atrajo la atención de la NASA, convirtiendo a Space X en la primera compañía privada en llevar carga a la Estación Espacial Internacional. Aunque el objetivo de Musk sigue siendo llegar a Marte y crear allí una colonia humana. Si fundó Space X para ir al planeta rojo, creó Tesla para hacer frente a lo que según él llevará a la extinción del ser humano. “El cambio climático es la mayor amenaza que encara la Humanidad este siglo, excepto por la inteligenciaartificial”, dijo a la revista Rolling Stone. Musk ha puesto mucho dinero en el diseño de autos eléctricos.
Ahora Tesla tiene el desafío de confeccionar el Model 3, un automóvil eléctrico de producción masiva que debería popularizar una marca que hasta ahora se ha centrado en coches de lujo. Tesla Motors se complementa con Solar City, una empresa de productos fotovoltaicos para aprovechar la energía solar. A esos proyectos se suman otros: Halcyon Molecular, de biotecnología; Neuralink, de nanobiotecnología; Open AI, de inteligencia artificial; Hypeloop y The Boring Company, para transporte de altísima velocidad.
El código de Musk: aprovechar el tiempo
Para estar al tanto de todos los proyectos, Elon Musk trabaja unas cien horas cada semana. Dedica menos de cinco minutos a comer y duerme apenas seis horas.
No hay quien le siga el ritmo. ¿Cómo hace para no perder la cabeza?Sus ayudantes dividen su jornada en sesiones de diez minutos que dedica a supervisar los proyectos y a intercambiar con sus trabajadores (no organiza reuniones, va al departamento que le interesa y conversa de pie). Además, mantiene un estricto registro de cada cosa que hace. Según los expertos, el éxito de este innovador radica en tener conocimientos en múltiples áreas -en vez de ser experto en una- y trasladar lo aprendido en un ámbito para aplicarlo en otros. De acuerdo con Musk “es posible para la gente normal elegir ser extraordinaria”, pero el esfuerzo es indispensable. Otra clave para el éxito es rodearse de los mejores, creando un equipo comprometido. Y la más importante: imaginar y atreverse. Así que ya sabemos por qué sus ideas parecen de ciencia ficción.