
Cuba se mueve en la dirección correcta para más socialismo y de a poco irá recuperando niveles productivos, tras el escenario adverso impuesto por el bloqueo y la Covid-19, sentenció en la mañana de hoy el ministro de Economía y Planificación Alejandro Gil Fernández, en conferencia de prensa para actualizar sobre la situación de la economía cubana.
Tras la pérdida de 2400 millones de dólares en ingresos en 2020, comparado con igual periodo de 2019, la contracción del PIB y la caída de la economía en un 10.9%, y el tránsito por un 2021 en el cual no se ha podido abrir el turismo, la recuperación pronosticada por las autoridades no podrá patentizarse en el corto plazo y tendrá un comportamiento moderado.
Este optimismo reservado se debe, según expuso el titular de Economía, a que el país transita actualmente por un periodo en el cual recomienzan a funcionar un grupo de servicios, la venidera apertura del turismo el próximo 15 de noviembre y al grupo de medidas puestas en marcha este año entre las que se cuentan la mejoría de condiciones para el ejercicio del Trabajo por Cuenta Propia, el fortalecimiento de la empresa estatal socialista y la reciente aprobación y puesta en funcionamiento de las micro, pequeñas y medianas empresas.
Esto último se sostiene en la noticia publicada este miércoles 13 de octubre por el MEP sobre la autorización del tercer grupo de 60 nuevas Mipymes privadas, con lo cual ya suman 162 autorizaciones para esta actividad con una extensión que abarca todas las provincias del país.
A decir del también viceprimer ministro Gil Fernández, si bien la economía ha estado transitando por una situación excepcional de tensión de liquidez, estamos entrando en una etapa de recuperación con una diversificación del tejido empresarial, una proyección de crecimiento del PIB este año en el entorno del 2.2% (inferior al 6% anual necesario) y una mejoría gradual de los niveles de oferta a la población de determinados productos, en escases desde mediados de 2019.
De igual modo señaló que para el gobierno cubano existen tres prioridades fundamentales en el contexto actual: el enfrentamiento a la inflación de precios que tanto descontento ha mostrado en la población, la sostenibilidad del Sistema Electro energético Nacional por cuya causa se han paralizado actividades económicas altas consumidoras, y la atención a comunidades e individuos vulnerables.
Alrededor del tema inflación giraron algunas de las preguntas de la prensa al ministro Alejandro Gil, ante lo cual respondió que todas las medidas fiscales, monetarias o de control administrativo no surtirán buen efecto sin el respaldo del aumento de la oferta, y solo con el incremento de la oferta es que se reduciría considerablemente el efecto inflacionario.
No obstante, la divisa que circula en el país no puede emplearse en este momento para frenar la inflación a causa de la especulación, porque esa divisa debe destinarse prioritariamente a nivel de país para adquirir, por ejemplo, el arroz de la canasta básica, el combustible para mantener la generación de energía, o los medicamentos del cuadro básico que están en falta, explicó Gil.
No estamos construyendo una economía de mercado y no estamos avanzando hacia un modelo económico capitalista y neoliberal, recalcó a la par que exhortó a hacer todo lo necesario en materia de incremento de oferta aprovechando el talento y la productividad interna del país como formas efectivas para paliar la inflación.
Durante su intervención, Gil Fernández mencionó al Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social, el cual entrará en su segunda etapa en 2022 con una economía más dinámica e inclusiva, periodo que hasta el 2026 no solo debe presentar resultados concretos, sino que tiene además el reto de recuperar las pérdidas de la etapa 2019-2021, paralizada por la pandemia.