
Una casona de El Vedado con un ambiente como el que nunca antes había visto, acoge al restaurante Atelier. Pinturas de formatos y estilos diversos, radios, faroles y figurillas vintage dispuestas por todo el salón; mesas salidas de escenas televisivas de otra época. Un atractivo mágico que te invita a cenar y sentirte como en tu propia casa.
En medio de todo se encuentra Niuris Higueras, una cubana que sintió el llamado del arte culinario cuando aún era una niña y quien confiesa que le gusta cocinar porque le gusta comer. “Yo cocino desde los nueve años, es una pasión que tengo dentro de mí, algo empírico”, un don que desarrolló gracias a las enseñanzas de una vetusta señora que vivía al lado de su casa y cocinaba muy rico. “Entonces mientras mis amiguitas estaban jugando en la calle, yo iba donde ella y aprendía a hacer dulce de tomate, arroz con leche, flan, croquetas, papas rellenas, congris. Después llegaba a mi casa y le daba clases a mi mamá”.
Restaurar el inmueble no ha sido una tarea fácil, pero desde su apertura en 2010 las cosas estaban bien claras. Su nombre encierra un propósito fundamental: “lo que queremos es lograr una escuela, un taller de cocina, gastronomía y servicios; por eso le pusimos Atelier, porque en francés traduce lo que deseamos que sea, un taller de muchas cosas”, explica. La temática diferente, visible dentro del restaurante, comenzó como una solución a ciertas necesidades, para luego pasar a ser el alma del lugar, algo que todo el mundo disfruta “porque encuentran cosas que tenían en sus casas de pequeños, como las vajillas o las copas, y eso hace que te reencuentres con tu pasado y recuerdes cosas agradables”.
Unida a un servicio tranquilo que le regala al cliente su propio espacio, sin agobios, aparece una cocina de autor que no se detiene ante las necesidades de suministros que puedan existir; de esos obstáculos crece e innova, respetando el producto y a las personas que conocen del tema. Igualmente, Atelier ha sido considerado como un taller de experimentación culinaria, como resultado de su labor social. “Es un taller que enseñamos generalmente a un pequeño número de estudiantes de una escuela de alimentos que hay en el municipio, y casi siempre todo el que se acerca y pide aprender tiene las puertas abiertas conmigo, aunque no pueda darles un certificado de habilitación”, apunta Niuris.
La filosofía de Atelier, de hacer sentir a sus clientes como en casa, no sería posible sin la familia como parte del equipo de trabajo. Por otro lado, su líder prefiere mantener siempre el consenso y la enseñanza antes de la imposición de algún criterio, lo cual hace la diferencia. “Si no fuera por ellos, no tuviera esto. En la vida no puedes hacer nada solo, siempre tienes un equipo de trabajo que responde ante ti, pero ese equipo tiene que sentirse útil, querido y valorado, además de tener oportunidades para crecer”.
El anhelo de Niuris para el presente y el futuro de Atelier es contar en todo momento con clientes y trabajo, y para conseguirlo contagia a todos con el amor por lo que hace. “Yo creo que para todo lo que hagas en la vida, aunque sea para obtener ganancias económicas, tienes que buscar primero la ganancia espiritual, y yo amo esto; amo mi restaurante, a mis empleados, y eso es lo que difundimos”. Tal es así, que prefiere evitar el uso de las muchas personalidades que han pasado por Atelier para su beneficio o para que encuentren el lugar más simpático y atractivo.
Su receta para afrontar las dificultades propias del negocio en nuestro país, tiene tres ingredientes: creatividad, imaginación e inteligencia. “El cubano tiene un índice de inteligencia muy alto y tiene cultura, y todas esas son fortalezas que tenemos para avanzar. Cuando tú lo tienes todo, no te das cuenta de cuán creativo puedes ser”.
El éxito no llega solo con quererlo. Para Niuris “cualquier persona que esté dispuesta a hacer un negocio tiene que pensarlo, porque lleva responsabilidad, constancia, esfuerzo, pero sobre todo pasión. Si no tienes pasión por lo que vas a hacer, no funciona. No puedes montar un negocio pensando que tienes dinero y quieres hacer algo más para entretenerte”. El verdadero secreto está en disfrutar haciendo lo que te apasiona.