Amanece casi. La noche anterior apenas durmió. La ansiedad por los desafíos del próximo día lo mantuvo en vela. Un amigo le propuso ir a escalar.
– ¿Escalar en La Habana? Imposible, pensó.
Tiene vértigo, pero lo quiere superar. De pronto se encuentra frente a una pared de piedra de más de 8 metros, con el arnés ajustado al cuerpo y el corazón a full. Pone una mano, apoya el pie, se levanta del suelo.
Daniel acaba de experimentar una de las más intensas sensaciones de su vida.
Daniel David Paulovich es un joven habanero. Siempre le han gustado los deportes extremos: surf, buceo, patinetas. Siendo un adolescente, y por azar de la vida, cambió el fútbol por la escalada en roca, y hoy, siente que no pudo haber escogido mejor.
Lo que para él comenzó como un hobby pronto se convirtió en la oportunidad de abrir su propio emprendimiento, de ahí que hace casi dos años, en la víspera del verano de 2019, comenzó a tomar forma lo que hoy es Skalan2 en La Habana: una experiencia de escalada deportiva en roca de forma recreativa.
“Llevaba muchas amistades cercanas a escalar para que disfrutaran de la experiencia, y luego más y más personas quisieron sumarse, se interesaban por practicar este deporte con nosotros, y de ahí surge la idea de crear un proyecto de escalada para principiantes”, nos cuenta.
Ver cómo la gente se divierte, van superando miedos y sacan el coraje que tiene dentro en cada subida, lo motivó para investigar y aprender más, en aras de perfeccionarse.
Compró equipamiento de las marcas certificadas a nivel internacional para practicar este deporte, diseñó de la mano de una amiga la experiencia, que incluye circuitos en la modalidad top-rope (una de las más seguras del mundo). En la capital cubana escalan principalmente en dos circuitos: uno que se encuentra en las inmediaciones del Parque Almendares (de aproximadamente 8 metros de altura) y otro en Cojímar. Aunque también organizan excursiones hacia Jibacoa, donde la altura se triplica, y supera los 20 metros.
En Cuba, este movimiento ha ganado fuerza en los últimos años, al punto de que existen más de 1000 vías equipadas por la Alianza Cubana de Equipadores (ACE) para escalar en todo el país, alrededor de 700 de ellas se encuentran en Viñales, en la provincia de Pinar del Río.
Antes de cada escalada imparte a sus clientes una especie de clase o taller, donde explica además de las cuestiones técnicas para subir por la roca, muchos otros detalles de este mundo. Daniel y su equipo son unos apasionados de este deporte.
“Todos los equipos que usamos están certificados por la Unión Internacional de Asociaciones Alpinistas, la misma que certifica los Juegos Olímpicos, por ejemplo, es muy rigurosa. Mientras trabajemos con este tipo de accesorios y hayamos pasado cursos o talleres, pues el riesgo es mínimo y controlado, de ahí que sea un deporte que pueden practicar desde niños hasta personas mayores. Más de 3.300 personas han pasado por el proyecto y nunca hemos tenido accidentes, ni ningún cliente lesionado. Como proyecto lo que realmente ofrecemos es seguridad”, afirma.
Skalan2 en La Habana ha crecido y se ha diversificado hasta el punto de ofrecer una serie de experiencias de turismo de naturaleza, principalmente enfocado en el turismo nacional. Ayudan a la salud de las personas, a combatir el estrés, descubrir la naturaleza dentro de la ciudad, salir del entorno urbano y vivir la adrenalina que da este tipo de prácticas. Ahora, va más allá de la escalada, estos jóvenes también hacen senderismo, rutas de difícil acceso y muchos otros deportes extremos.
“Cuando estás subiendo la roca te olvidas de los problemas, de todo lo que te rodea, te concentras solamente en ir venciendo los obstáculos uno a uno, y es así mismo como funciona la vida: ir de a una venciendo las adversidades. Me hace feliz ver que las personas se superen. Que las personas pueden salir de su zona de confort. Me alegra que en Cuba tengamos la oportunidad de hacer cosas diferentes, cosas nuevas para recrearse”.
