SEO a la cubana: ¿Cómo hacerse visible en Internet desde la isla?

Allá afuera, en el mundo “civilizado”, incluso antes de salir al mercado las marcas apelan al Search Engine Optimization (SEO) para hacerse visibles: mucha optimización para buscadores, algoritmos, Google, palabras clave… las estrategias para el posicionamiento de toda la vida.

Pero en Cuba, donde la cobertura es intermitente, Google Ads está bloqueado y las herramientas analíticas globales son limitadas o inaccesibles, los emprendedores se enfrentan a un reto distinto: sobresalir en el maremágnum de Internet sin herramientas profesionales. Para ello han echado mano a la creatividad que en estas tierras pareciera ser inagotable y se han lanzado a hacer SEO a la cubana.

La mayoría de los negocios en la isla no tienen sitios web, ni operan en plataformas de comercio online como Shopify, Etsy o Amazon. En su lugar, dependen de canales alternativos como Telegram, WhatsApp, Revolico, Facebook e Instagram, espacios donde compiten por atención, visibilidad y conversiones. Pero en este entorno paralelo, el posicionamiento depende de factores tan azarosos como el gancho de un título, el horario en que se postea, si se usa una etiqueta funcional o si se logra aparecer entre los primeros resultados en un canal de ventas.

“No puedes confiar en que alguien te buscará en Google. Tienes que pensar en cómo aparecer en el radar de quien está con los datos contados y revisa solo lo primero que le aparece —ha explicado a la prensa Rafael, un joven emprendedor que gestiona un canal de Telegram con más de 12 000 seguidores—. Aprendí a titular bien mis posts. Si escribo: audífonos buenos baratos originales, vendo más que si solo pongo: audífonos Sony”.

Aunque pudiera parecer elemental, su lógica encierra conceptos básicos del SEO: uso inteligente de palabras clave, contenido escaneable y llamado directo a la acción; pero en lugar de optimizar para buscadores tradicionales, los cubanos optimizan para el comportamiento digital local: mensajes cortos, horarios de mayor conexión, imágenes comprimidas, lenguaje coloquial y repetición visual.

Plataformas de clasificados como Revolico o PorLaLivre son terreno fértil para esta especie de SEO alternativo: a falta de pago por anuncios, los vendedores publican varias veces al día, ajustan descripciones para destacar entre competidores y cuidan la fotografía tanto como el precio.

Otro espacio clave son los grupos y canales de Telegram, donde el posicionamiento depende de la constancia y de la habilidad para manejar bots que automatizan las publicaciones, todo con el propósito de conseguir más clics, más mensajes, más encargos.

En Facebook e Instagram, el algoritmo funciona de manera más familiar a los estándares internacionales, pero con sus peculiaridades. “Como no puedo pagar campañas publicitarias, dependo del alcance orgánico”, cuenta Ana Laura, propietaria de una marca de cosmética natural en Santiago de Cuba.

Una tendencia emergente es el uso de catálogos visuales diseñados como carruseles o álbumes, que circulan por WhatsApp en formato PDF o JPG. En estos casos, el SEO no depende de buscadores, sino de la atracción visual y la claridad del diseño. Los más exitosos usan títulos creativos, jerarquía tipográfica y organización temática para facilitar la lectura rápida y la toma de decisiones.

La falta de herramientas de analítica y métricas confiables es un hándicap de las marcas “made in” Cuba. Sin Google Analytics, sin informes de rendimiento, muchos negocios operan a ciegas, apenas guiados por la intuición. No obstante, tampoco faltan las soluciones locales, pues algunos emprendedores usan hojas de cálculo para hacer seguimiento manual de interacciones, otros confían en bots de Telegram que aportan datos básicos sobre clics y vistas y siempre hay quien se vale de familiares en el exterior para que acceda a las herramientas de pago.

En este ecosistema de creatividad forzada, el posicionamiento digital en Cuba es más artesanal que técnico, más comunitario que algorítmico. Es SEO sin SEO, pero con los mismos objetivos: ser encontrados, ser recordados, ser elegidos.

Aun así, muchos negocios cubanos están logrando una presencia digital sólida y efectiva. Lo hacen sin herramientas premium, sin acceso a inteligencia artificial comercial, sin segmentación avanzada de públicos; únicamente a golpe de ingenio, adaptabilidad y conocimiento profundo de su audiencia.