Antique Colonial: caminar sobre obras de arte
POR Danay Galletti Hernández
Tania Livia Fernández es productora de cine y de televisión. Sin embargo, en marzo de 2016 asumió el arte de restaurar y fabricar suelos. “Los negocios, generalmente, son hijos de la necesidad”, afirma. En su caso, compró una casa con estilo colonial, construida en 1935, y la mayor dificultad fue restituir el valor original de los mosaicos.
Comenzó con un pequeño contrato en la Oficina del Historiador de La Habana. “Primero me abrieron las puertas de la Oficina y luego las de su corazón. Son mi razón de ser; nos ayudamos y apoyamos mutuamente”, asegura. La obra inicial fue la recuperación de 30 metros cuadrados de suelo del Museo del Observatorio del Convento de Belén.
En la actualidad, 90 por ciento de los pisos que fabrica junto a su equipo corresponden a pedidos de esa institución. El mérito de su destreza puede apreciarse en edificaciones históricas como la Escuela Primaria Rafael María de Mendive, el Museo de la Orfebrería, el Palacio del Segundo Cabo y, recientemente, el Capitolio, todas ubicadas en la capital cubana.
Más de 300 diseños avalan la experticia de Antique Colonial. Tras ese nombre, cuyo significado evoca las baldosas decorativas surgidas hace dos siglos en Francia, se agrupan tres mosaístas y Frank Lugo, un amigo ingeniero químico que “es mis ojos donde yo no puedo ver; para mí somos el binomio perfecto”, confiesa.
“Elaboramos los mosaicos a base de áridos, cemento, colorantes y nuestros secretos, además de las habilidades del creador, son la seriedad, pasión y entrega con la cual asumimos los proyectos. Esto, como todo en la vida, es un proceso de ensayo y error. Si nos equivocamos comenzamos una y otra vez hasta que salga bien”
A juicio de Tania es un trabajo de muchos detalles, cuidado y esmero. Esa meticulosidad resulta clave pues, ocasionalmente, la elaboración de una baldosa requiere 50 manipulaciones. Incluso, respeta el método y tamaño original empleado por los franceses en el siglo XIX, si bien el color es seleccionado por el cliente.
“En cuatro años el aprendizaje y la percepción han sido inmensos; sobre todo, respecto a arquitectura, geometría, belleza y creatividad. El resultado es de todos y juntos logramos la calidad en propuestas como macetas, mesas, paredes y suelos de diversas habitaciones”, expresa.
Sinnúmero de negocios por cuenta propia engalanan sus espacios con las losas de Antique Colonial. Entre ellos destacan Tigre Amarillo, la Floristería Las Carolinas, la Panadería Baldini, Lola Café y otros. Los más agradecidos reflejan su sentir en las redes sociales. De Tania han reconocido su persuasión e inteligencia para materializar sueños y caprichos, la personalidad y variedad de sus producciones, y la certeza en las soluciones, ideas, tonalidades y diseño.
Las inspiraciones son muchas, desde el arte japonés para ambientar un lugar con esa temática hasta pinturas de artistas como el francés Henri Matisse. “Esa reinvención constante, unido a la voluntad, sacrificio y esfuerzo permiten que Antique Colonial continúe pisando fuerte”, concluye.