Las discapacidades constituyen afecciones del cuerpo o la mente que dificultan algunos aspectos de la vida cotidiana. Si bien pueden considerarse limitaciones, no significan para nada, restricciones totales. De ahí la necesidad de educar a la sociedad en el tratamiento a personas discapacitadas.
Esta fue de una de las motivaciones esenciales del proyecto Artecorte, que durante cinco días impartió un taller en su propia sede de la Habana Vieja, dedicado al emprendimiento social con un enfoque en mejorar el servicio a las personas con algún tipo de discapacidad.
Financiado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), con la cooperación de KCD ONGD Kultura Communication y Desarrollo y organizado por Negolution, este proyecto se suma a las acciones que ha venido realizando Artecorte en este sentido; quien pretende además, emplear a personas en situaciones de vulnerabilidad. Estuvieron presentes organizaciones como la Asociación Nacional de Sordos de Cuba (ANSOC), la Asociación Cubana de Limitados Físico-Motores (ACLIFIM) y la Asociación Nacional de Ciegos de Cuba (ANCI).
Once estudiantes del curso de estilismo que se imparte en este espacio, tuvieron la posibilidad de aprender algunas técnicas para el trato especializado con este sector poblacional. Asimismo, participaron en conferencias relacionadas al emprendimiento social, su impacto dentro de la soberanía financiera y su utilidad colectiva.
“A interactuar con personas discapacitadas no se nos enseña en ningún lugar. A veces es cuestión de desconocimiento, las personas se ponen nerviosas porque nadie quiere hacer sentir mal a alguien con discapacidades y esto es un tema tabú”, comentó Adriana Ricardo, líder de Artecorte.
Para Adriana existe una brecha importante en este sentido en el sector laboral, “sabemos acerca de sus discapacidades pero poco hablamos de sus capacidades, que son perfectamente aceptadas y útiles en las cuestiones profesionales. Pretendemos que se salga de los marcos de nuestro proyecto y esta puede ser perfectamente, la punta de la lanza”.
