Bluesky, la nueva red social que se cuela en las estrategias de marketing

Desde que Elon Musk compró Twitter, no fue solo el nombre lo que cambió en la icónica red social. Las modificaciones introducidas por el multimillonario han radicalizado esta plataforma de microblogging, la han hecho girar peligrosamente hacia la ultraderecha y han estimulado como nunca antes el discurso de odio, razones de más para que millones de usuarios hayan decidido salir de la actual X en busca de ambientes menos tóxicos.

En este panorama surge Bluesky, un espacio descentralizado que, impulsado por Jack Dorsey, el cofundador de Twitter, promete una experiencia sin algoritmos invasivos y mayor control para los usuarios.

En este nuevo nicho las empresas y profesionales del marketing han comenzado a incursionar, aprovechando las características de una red que, si bien resulta bastante novedosa, tiene códigos que permiten posicionar en ella la mercadotecnia de toda la vida.  

A diferencia de otras redes, Bluesky no depende de un algoritmo centralizado que dicte qué contenido es más visible. Esto permite a las marcas generar interacciones más genuinas y abre oportunidades para estrategias de marketing personalizadas y enfocadas en la calidad del contenido, en lugar de la optimización algorítmica.

Como aún no tiene la masividad de Facebook o Instagram, Bluesky resulta el espacio ideal para emprendimientos que buscan conectar con comunidades específicas y altamente comprometidas. Lo que sí tiene en común con redes más antiguas es la necesidad de publicar contenido auténtico como piedra angular del éxito.

En Bluesky, el enfoque está en la autenticidad y la interacción, pues el contenido conversacional y de valor tiene más peso que las publicaciones comerciales o excesivamente producidas. De ahí que resulten efectivos los llamados hilos informativos sobre temas de interés para la audiencia específica, las preguntas abiertas para fomentar la participación de la comunidad, los casos de éxito y aprendizajes detrás de la marca, memes y contenido ligero, siempre alineados con el tono de comunicación comercial, entre otras.

La integración entre plataformas es igualmente eficaz, porque Bluesky sigue en crecimiento, pero su adopción aún es menor que otras redes sociales. Por ello, resulta imprescindible insertarla en el ecosistema digital de la marca para potenciar su impacto.

Algunas formas de hacerlo incluyen la promoción del perfil de Bluesky en otras redes y en sitios web, la publicación de capturas o resúmenes de conversaciones destacadas en LinkedIn, X o Instagram Stories, el empleo de Bluesky como canal de soporte o atención al cliente para brindar respuestas rápidas y personalizadas…, prácticas que permiten que la comunidad en otras redes descubra Bluesky y se sume a la conversación.

A diferencia de plataformas tradicionales, Bluesky no tiene un modelo publicitario convencional; sin embargo, ello no significa que las marcas no puedan aprovecharlo con estrategias de marketing de influencia.

Las colaboraciones con creadores de contenido que ya tienen presencia en esta plataforma, la promoción de productos o servicios a través de contenido orgánico en lugar de anuncios pagados, el uso de links y promociones exclusivas dentro de conversaciones auténticas, entre otras, constituyen acciones recomendables a tener en cuento mientras Bluesky desarrolla herramientas publicitarias más estructuradas.

Y es que, pese a que su comunidad aún es pequeña en comparación con gigantes como Instagram o TikTok, el crecimiento constante de Bluesky lo convierte en un canal a considerar dentro de una estrategia de marketing digital, sobre todo si la marca valora la construcción de relaciones a largo plazo y la credibilidad dentro de su sector.

El desafío radica en adaptarse a su formato, priorizando la autenticidad y la conversación, con lo cual Bluesky puede convertirse en una plataforma líder dentro del ecosistema digital de cualquier emprendimiento.