En tiempos en que el marketing digital evoluciona vertiginosamente, impulsado por las más contemporáneas herramientas de Inteligencia Artificial, pudiera parecer que ciertas estrategias de décadas pasadas han perdido terreno. Y algunas, en efecto, han dejado de ser eficaces, pero otras, como la newsletter, han mantenido una vitalidad asombrosa.
Las cifras así lo prueban: el 71 por ciento de los especialistas en marketing B2B utiliza la newsletter como canal de distribución, una herramienta que ocupa el tercer lugar, luego de plataformas de redes sociales y blogs en sitios web corporativos.
Además, según el portal de estadísticas para datos de mercados Statista, se espera que para este año el número de usuarios globales de email alcance los 4,6 mil millones, dato tremendamente revelador que consolida a este canal de comunicación como un elemento imprescindible en cualquier estrategia de marketing.
Más que un paquete de correos electrónicos masivos, una newsletter es un boletín digital enviado por email con cierta periodicidad a una lista de suscriptores que han otorgado previamente su consentimiento, diseñado para compartir contenido relevante, promocionar productos o servicios y fortalecer la relación con la audiencia. Es una especie de conversación directa con los usuarios que, bien ejecutada, puede generar resultados sorprendentes.
A nivel estratégico, es una herramienta clave para fidelizar clientes, incrementar el tráfico web y mejorar la conversión, a la vez que posiciona a la marca como una autoridad en su sector.
Por su bajo costo y su alta efectividad respecto al retorno de inversión (ROI), es una estrategia muy rentable y de fácil implementación que tiene como propósito mejorar la relación entre la marca y sus suscriptores. Como su función es básicamente informativa, los expertos recomiendan compartir blogs, datos y contenido de interés para los suscriptores y, en menor medida, promociones u ofertas especiales de los productos o servicios.
Negolution resume en 5 sencillos pasos cómo concebir una newsletter exitosa.
1. Tener claro el objetivo: Con la lista de subscriptores interesados en la mano, lo primero es enviar un correo de confirmación y bienvenida a la marca o negocio, con lo cual comienza el ciclo de vida de la newsletter. Para ello resulta cardinal definir el propósito, ya sea mejorar la relación con los públicos, posicionar el emprendimiento, fidelizar a los que ya son clientes o generar tráfico a determinada landing page. Debe establecerse, igualmente, la periodicidad de los envíos, que no han de ser tantos que saturen al suscriptor, ni tan pocos que lo hagan perder el interés.
2. Elegir la plataforma de envío: Seleccionar un software exclusivamente para emitir newsletter es un paso esencial, ya que los correos personales no sirven para realizar envíos masivos, además de que en ellos no se logra especificar el dominio de la marca. Un software brinda funciones especiales para conseguir un mayor rendimiento.
3. Crear diseño y textos atractivos: Cualquiera que sea el objetivo de la newsletter, esta debe ofrecer contenido de valor, que resuelva una duda o problema, que satisfaga necesidades incluyendo la de entretenimiento, o haga posible cumplir un deseo de los suscriptores. No deben faltar un botón con una llamada a la acción clara y breve, links a las páginas de referencia y, sobre todo, un diseño mobile-friendly, ya que más del 55 por ciento de los correos electrónicos se abren desde dispositivos móviles. Ello implica utilizar fuentes legibles, imágenes optimizadas y botones que faciliten la interacción táctil. Un diseño adaptado a móviles no solo mejora la experiencia del usuario, sino que también aumenta las tasas de apertura y clics.
4. Respetar la privacidad de los suscriptores: Garantizar la integridad y compartimentación de la información personal de los usuarios resulta fundamental para establecer relaciones de confianza a largo plazo. Datos como los correos electrónicos, nombres o teléfonos de los subscriptores no pueden ser divulgados sin su consentimiento explícito. Además, siempre se debe ofrecer la opción de cancelar la suscripción, una puerta de salida cómoda si los correos les dejan de parecer interesantes.
5. Monitorear los resultados: Una vez lista la información, ya se puede enviar la newsletter que, al difundirse entre los suscriptores, comenzará a emitir datos estadísticos: tasas de apertura, tasas de clics, entre otros, que permitirán identificar a los contactos interesados y el tipo de contenido que más respuesta genera. El análisis de la estadística permite comprender mejor a las audiencias y corregir el tiro en posteriores newsletters.