Corpus Habana: Una relación que trasciende una simple dinámica comercial
DE Greenbiz
POR Bryan Campbell
Los emprendedores cubanos se han visto profundamente afectados por los efectos de la pandemia de la Covid-19. El rápido cambio en los patrones de movilidad humana hizo colapsar la industria del turismo, eliminando el principal mercado de muchos de los servicios y productos ofrecidos por el sector privado emergente en la Isla. Las medidas de distanciamiento social, como en otras partes del mundo, transformaron la forma en que operan los pequeños negocios y crearon una necesidad existencial de cambio para adaptarse a las circunstancias.
Sin embargo, la actual crisis de salud y sus efectos económicos colaterales presentan oportunidades únicas, revelando cómo algunos emprendimientos pueden ayudar a producir mejoras necesarias en el funcionamiento del país y el desarrollo de sus comunidades.
Corpus Habana, es un proyecto dirigido por mujeres que se centra en el bienestar holístico, tiene la misión de redefinir la buena salud como algo más que la ausencia de una enfermedad o discapacidad. Inicialmente basado en el modelo de negocio tradicional de un Spa, centrado en terapias de masajes, Corpus Habana trabaja ahora para ampliar sus servicios y posicionarse como una plataforma educativa líder en información de salud.
Suney Peña Corrales, médico de formación, fundó Corpus Habana motivada por su compromiso de crear los recursos necesarios para abordar la atención médica de una manera más integral. “Queríamos desarrollar un espacio donde la gente pudiera ocuparse de sus problemas, queríamos mostrar cómo prevenir enfermedades a través de técnicas naturales”, asegura.
Originalmente trató de llenar un vacío específico en el mercado ofreciendo servicios de spa a turistas y residentes extranjeros en Cuba fuera de los hoteles tradicionales, algo que no era muy común cuando comenzaron. Desde entonces han logrado alcanzar una audiencia más amplia, atrayendo a muchos cubanos que con el tiempo se han convertido en clientes leales. También, han desarrollado talleres y seminarios sobre los beneficios de sus servicios para la salud.
La pandemia interrumpió el crecimiento orgánico del proyecto y obligó a una reestructuración de sus actividades principales. “Nuestros servicios requieren del contacto humano en un espacio muy íntimo. Por esa razón, hemos dedicado más tiempo y energía a otros componentes de nuestro proyecto”. Corpus Habana fabrica aceites esenciales y otros productos naturales y utiliza las redes sociales para promoverlos y venderlos. “A través de las ventas en línea, hemos podido establecer un vínculo único con nuestros clientes. Especialmente en estas circunstancias en las que todos estamos aislados, podemos seguir brindando atención a los demás”.
Sin embargo, es un desafío enorme encontrar los insumos y las materias primas para los productos que ofrecen. Se basan en una cadena de suministros muy delicada y llena de las inconsistencias y escaseces endémicas de la economía cubana. “Se necesita creatividad diaria para encontrar las cosas y mantener la calidad”, dice Suney.
A pesar de estos problemas, los nuevos productos se van volviendo más populares, facilitados por una estrategia de marketing en línea compuesta por una fuerte presencia a través de aplicaciones de mensajería como Telegram y WhatsApp, y redes sociales como Facebook e Instagram. Su sitio web también se utiliza como una herramienta de publicación dedicada a estimular mejores prácticas de salud.
Si bien Corpus Habana promueve sus servicios, también busca motivar a más personas a alejarse del enfoque clásico de la atención de la salud basado en tratamientos farmacológicos y, en cambio, encontrar los muchos elementos olvidados del bienestar.