Con una arquitectura diseñada para las condiciones de Cuba, softwares y sistemas desarrollados por instituciones nacionales y en su etapa final de proyecto, se encuentra el primer prototipo de teléfono celular que verá la luz en nuestro país.
Según informó René Cano Díaz, Director General de la Empresa Industrial para la Informática, las Comunicaciones y la Electrónica (GEDEME), el ensamblaje de las seis mil unidades con las que contará la prueba piloto comenzó a finales de mayo y dicho monto está destinado a Etecsa y Copextel, desde donde se realizarán las pruebas.
Al referirse a los primeros dispositivos, Cano Díaz aclaró que no saldrán con un sistema operativo propio, al menos en esta fase, pero que para una segunda etapa los celulares sí tendrán un sistema operativo desarrollado de conjunto con la Universidad de Ciencias Informáticas. Otros detalles técnicos del móvil cubano aún permanecen sin revelarse.
Y ya que hablo de sistema operativo, será el NovaDroid, construido y personalizado desde el código fuente y enfocado a los dispositivos móviles, el que se instalará en el celular cubano. Según sus desarrolladores, este es seguro puesto que es de código abierto y libre de puertas traseras, lo que lo ha llevado a desplegarse en 375 mil computadoras, 15 300 laptops, 36 700 tabletas y 50 aulas tecnológicas.
En redes sociales las principales opiniones giran en torno a la futura comercialización y precios de los equipos, así como a las prestaciones, funcionalidades y detalles técnicos. Si bien, existe más incertidumbre que confianza en el modelo cubano, debido al propio vacío informativo, quizás el caso del primer teléfono celular nacional sea parecido a los de Huawei o Xiaomi, los cuales empezaron siendo conocidos como marcas corrientes o de baja calidad.
Cuando estas marcas chinas vieron la luz tuvieron problemas en cuanto a su distribución y calidad en los primeros años; pero lo cierto es que pasamos de ver celulares extremadamente baratos, que nadie quería solo por su país de procedencia, a equipos de gama alta que llaman la atención de todos.
Salvando las distancias y comparaciones tanto tecnológicas como de mercado existentes entre Cuba y el gigante asiático, tendremos que esperar para conocer a ciencia cierta si el celular de GEDEME, cuyo nombre también se desconoce, será un verdadero boom que inserte al país en una carrera que inició hace más de veinte años o solo volverá a ser noticia de un día.
