¿Dónde invertir en Cuba? Cinco sectores claves para el emprendimiento privado

En un complejo panorama económico, signado por restricciones estructurales, crisis prolongada y reformas graduales, el sector privado en Cuba se consolida —a pesar de los pesares— como un motor de dinamismo y creatividad.

La expansión de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), junto con las autorizaciones gubernamentales para operar en más de 2 000 actividades, abren oportunidades que los expertos califican como desiguales, pues unos ámbitos han probado ser más promisorios que otros.

Aunque perduran no pocos obstáculos como el limitado acceso a las divisas, la escasez de insumos y un entorno regulatorio todavía inestable, existen nichos especialmente propicios para el éxito del emprendimiento privado. Negolution enumera los cinco sectores más prometedores en el escenario cubano actual.

1. Tecnologías de la información y servicios digitales

Emprendimientos relacionados con el desarrollo de software, diseño web, aplicaciones móviles, comercio electrónico y ciberseguridad están en ascenso, no solo por la creciente demanda interna, sino también por la posibilidad de ofrecer servicios exportables. Los programadores y diseñadores cubanos han demostrado habilidades competitivas, especialmente a través de plataformas freelance, a pesar de las restricciones para el uso de herramientas internacionales.

2. Gastronomía y servicios de alimentos

Históricamente, este ha sido uno de los sectores pioneros del emprendimiento cubano, desde la apertura del trabajo por cuenta propia en los años 90. Los llamados paladares, las cafeterías y, más recientemente, los servicios de catering siguen siendo muy demandados, sobre todo en entornos urbanos y turísticos. A pesar de los altos precios de los insumos y las inestabilidades del mercado interno, los emprendedores han demostrado capacidad para crear experiencias gastronómicas innovadoras y de calidad. Muchos han incorporado ingredientes locales, recetas tradicionales reinventadas o modelos de negocio que incluyen la entrega a domicilio.

3. Construcción y mantenimiento

El deterioro generalizado de las infraestructuras residenciales y comerciales en Cuba genera una demanda continua de servicios de construcción, remodelación, plomería, electricidad y carpintería. En este contexto, las mipymes del sector resultan actores claves. Con el reconocimiento legal de empresas privadas dedicadas a la construcción, los emprendimientos han diversificado sus ofertas, que van desde la fabricación de materiales hasta el diseño arquitectónico y la gestión de proyectos. Si bien la escasez de recursos es un reto permanente, algunas empresas han apostado por la producción local y la reutilización de recursos, estrategias que les han dado mayor autonomía.

4. Turismo alternativo y experiencias culturales

Aunque el turismo tradicional se ha visto afectado por la crisis económica y las restricciones internacionales, existe un nicho en crecimiento en torno al turismo alternativo, cultural y comunitario. Este incluye recorridos temáticos, visitas a fincas agroecológicas, experiencias gastronómicas en hogares cubanos, talleres de arte y hospedaje en casas particulares. La diversificación de la oferta y el uso de redes sociales y plataformas de reservas han permitido llegar a un público más amplio.

5. Agroindustria y transformación de alimentos

La necesidad de diversificar la producción de alimentos y reducir la dependencia de importaciones convierte a la agroindustria en un sector estratégico. Pequeños emprendimientos dedicados al procesamiento de frutas, conservas, productos cárnicos, panadería artesanal y derivados lácteos han surgido con fuerza en los últimos años. Este sector tiene la ventaja de conectar con actores rurales y urbanos, y generar encadenamientos ventajosos entre agricultores, transportistas y comerciantes.