Muchos analistas coinciden en que la economía cubana tocó fondo en 2021, y continuó contrayéndose durante el primer semestre del año, cuando el PIB experimentó una caída del 16,2%:
-Exportaciones -31,0
-Importaciones -40,0
-Turismo (visitantes, enero-septiembre) -87,4
-Turismo (ingresos, enero-junio) -73,0
Un panorama bien complejo, pero que abrió paso a la creación de nuevos actores económicos, y al perfeccionamiento de otras figuras ya reconocidas dentro del Trabajo por Cuenta Propia (TCP) en la Isla.
El comercio exterior también mantuvo su contracción en 2021, lo que representa uno de los mayores desafíos para la recuperación económica.
La aprobación el pasado año de una norma jurídica que posibilitó de manera ordenada y segura la constitución y funcionamiento de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Mipymes) en Cuba, ha permitido el resurgimiento de nuevos actores dotados de seguridad jurídica, así como de un estatus jurídico propio, que le posibilita ser sujeto de derechos y obligaciones. Un hecho que representa cambios importantes en el escenario económico de Cuba, y supone retos y actualizaciones de otras leyes y regulaciones vigentes. Sobre todo, en temas de comercio exterior.
Según un informe del Centro de Estudios de la Economía Cubana de la Universidad de La Habana hasta agosto de 2021, el sector no estatal daba cuenta de exportaciones en el orden de los 15 millones de dólares e importaciones de 80 millones de dólares. Operaciones modestas y que tuvieron lugar a través de empresas estatales exclusivamente.
Para el economista Oscar Fernández, aunque la mediación de la empresa estatal puede ser beneficiosa para quienes se enfrentan a los procesos de importación o exportación por primera vez, también puede representar un freno.
“Lo que debería pasar es que la empresa estatal no sea un requisito, que la empresa siga ahí, que compita, se gane su espacio, que lo haga bien; pero la solución tiene que ser permitir que otros actores irrumpan en esta dinámica del comercio exterior”, asegura.
“Si me preguntas que es lo que más ha impactado en el 2021 en el sector privado, no es ni la inversión extranjera ni las posibilidades de exportación. En realidad, lo que más impacto ha tenido son las posibilidades de importación, en un escenario donde la mayoría de estos negocios acaban de constituirse y tiene que adquirir bienes de capital o insumos, que, en medio de una crisis tan complicada de ofertas, es la importación una vía para adquirir las materias primas, los embalajes, los empaques, todo esto que, en otro momento, había en el territorio nacional y ahora no hay.”
Por otro lado, exportar ha sido históricamente una necesidad para el país, que a la larga se ha convertido en una deuda pendiente. La entrada de divisas, con todo su efecto multiplicador, es vital para el crecimiento y desarrollo, consideran los expertos. El comercio exterior ha transitado a una exportación de servicios y a un estancamiento, e incluso retroceso, en las exportaciones tradicionales de bienes, y solo los productos biotecnológicos han mostrado cierto crecimiento. En el sector privado, comienzan a darse pequeños pasos.
“Hay emprendimientos que han logrado exportaciones de productos y servicios, hay exportaciones de software, de productos de la agricultura; pero es muy pronto para hablar de Mipymes exportadoras, pues aun este proceso es muy reciente en el país; pero sí, muchas de ellas lograron exportar en el 2021 como Trabajadores por Cuenta Propia”, comenta Oscar.
“Tampoco conozco de ninguna empresa privada que oficialmente haya recibido inversión extranjera, en primer lugar, porque no se puede ser socio de una Mipyme si eres ciudadano extranjero. Ahora, la Ley sí permite que se puedan constituir empresas mixtas entre una empresa privada cubana y una extranjera. No conozco aún ningún caso, aunque hay muchas personas que están estudiando la posibilidad de hacerlo. Pero en 2022 sí estoy seguro que se van a presentar proyectos mixtos conformados por empresas privadas en Cuba y empresas extranjeras”.
El trabajo por cuenta propia sumaba más de 600 000 personas naturales al cierre de 2019, según datos de la Oficina Nacional de Estadística e Información. Una parte importante de estos gestionan sus negocios como empresas, aunque no han sido reconocidos jurídicamente como tales. Además, existen más de 300 cooperativas no agropecuarias. Si bien no todos estarán interesados en exportar o no tengan las condiciones para ello, no es menos cierto que hay un potencial con perspectiva exportadora entre los emprendedores cubanos.