El éxito de Gabi & Sofi como marca cubana de juguetes, producida en su totalidad desde Varadero, ha sido contado por muchos a lo largo de sus cinco años, llevando alegría a multitud de pequeños y sus familias en buena parte de Cuba. Sin embargo, el crecimiento de este negocio, gestado al interior de la Cooperativa No Agropecuaria Decorarte, lleva detrás no solo la inspiración generada en el universo infantil y sus necesidades, sino el trabajo de un enorme equipo que busca cumplir sueños y expandir valores para el pleno crecimiento de los infantes.
Pero llegar a ofertar una amplia gama de productos que van desde juguetes didácticos y ecológicos, decoración, mobiliario y luminarias de diseño, hasta material escolar, ropa o dibujos animados, no se consigue de la noche a la mañana. Tras aprovechar una inversión millonaria en equipamiento y tecnología con la que contaba Decorarte, y ante la carencia en el mercado nacional de productos infantiles, Ariel Balmaseda, presidente de la Cooperativa, y su esposa Isabel presentaron la idea para esta marca, la cual hoy representa casi la totalidad de sus ingresos.
¿Qué significó para Decorarte aventurarse a la producción de juguetes para niños y asumirla como marca y nueva línea de negocios?
“Creo que fue un gran riesgo que asumimos porque no conocíamos del mundo infantil a nivel profesional para poder iniciar un camino promisorio en el tema, pero empezamos a estudiar y todo el equipo de la Cooperativa se volcó a potenciar ese producto”, contó Ariel Balmaseda. En aquel instante el trabajo de todos se enfocó en “lograr que el producto Gabi & Sofi fuera muy creíble, desde el punto de vista de imagen y diseño, desde lo conceptual y desde la seguridad”.
Con estos principios en mente, siempre han dedicado mucho tiempo y atención a la certificación de los juguetes. “Es un proceso muy largo y complejo, pero hemos logrado certificar el ciento por ciento de nuestros juguetes, lo que al final te da una garantía de que lo que estás vendiendo da una seguridad al niño que no brindan otros productos similares”. Además de los avales nacionales “logramos acceder a las normas internacionales para la producción de juguetes y sobre esa base se hacen los nuestros. Gabi & Sofi se puede parar en cualquier lugar del mundo y competir con cualquier marca de juguetes en cuanto a calidad y seguridad, porque están elaborados, diseñados y fundamentados en las mismas bases que los demás juguetes de grandes marcas”.
¿Por qué ir más allá del diseño y confección de juguetes y enfocarse también en la promoción de valores y la educación integral?
“Como mismo nos dimos cuenta que hacía falta juguetes para los niños, notamos la necesidad de ir formando y rescatando valores en la infancia. Nuestra misión es rescatar y potenciar esos valores. Brindarle al niño una visión diferente de lo que es la vida, el amor, la amistad, la solidaridad y el patriotismo”. Y, por si fuera poco, dan un impulso importantísimo a la integración familiar mediante una de sus líneas de negocios, llamada Constrúyelo tú mismo, a través de la cual se estimula a los niños a armar sus juguetes con la compañía y el apoyo de sus padres.
“Tenemos también la línea Volver a ser niño, dirigida al mundo de las oficinas para que las personas recuerden su infancia y las ayude a aliviar el estrés en el trabajo; la línea de mobiliario, diseñada para que no usen tornillos ni pegamento, solo ensamblaje; y una línea que se llama Natur, desarrollada con materiales naturales y visión ecológica”.
¿Cómo se realiza el ciclo de producción tomando como partida el reciclaje de madera de la industria del tabaco?
“La necesidad genera grandes soluciones y ante la crisis de insumos y materiales que el país enfrenta, tornamos nuestros ojos a que Gabi & Sofi tiene que ser una marca ecológica y amigable con el medioambiente. Encontramos que el excedente de producción de las cajas de tabacos de la empresa Tabacuba nos servía, era algo viable, adquirimos esa materia prima y con eso se arma el 90% de los juguetes. Para enero de 2022 desaparecerá todo el nylon y plástico de nuestra marca. Se envasarán nuestros juguetes en bolsas de papel y cajas de cartón, eliminando completamente el daño que aún queda en los envoltorios de la venta”.
En la producción de los nuevos diseños intervienen todos con sus propuestas, las cuales van a una comisión que selecciona las mejores. Luego “se hace el prototipo, se revisa contra las normas, se lleva a certificar y sale listo para uso. En este camino de producción se utilizan muchas tecnologías (50 millones de pesos hay invertidos en eso), y tenemos todo tipo de impresión, de cortes, una cantidad de equipamiento que nos permite generar un producto de altísima calidad a nivel internacional”, explicó Ariel Balmaseda.
Si bien la marca se produce íntegramente en Varadero y el pasado 1ro de noviembre abrieron su primera tienda en la península, en colaboración con la cadena Caracol, Gabi & Sofi expende sus juguetes y el resto de creaciones en tiendas ubicadas en los zoológicos Nacional, de 26, de Santa Clara, Ciego de Ávila y Camagüey, en el parque de diversiones de Cienfuegos y tiene en proceso la apertura de otros diez comercios entre los que se incluyen uno en la ciudad de Matanzas y dos en Santiago de Cuba.
A la par que calculan cómo hacer frente a la alta demanda, no descuidan la atractiva visualidad que atrapa a los pequeños y complace a las familias. En este sentido, trabajan con miras a una película y una serie animada, mantienen muy activo el canal de YouTube oficial de la marca (Somos Niños), ensayan para filmar el capítulo piloto de una serie de televisión bajo el nombre Aventuras de Gabi & Sofi, y graban dos discos de música infantil de los cuales saldrán diez video clips.
También ofrecen ideas y apoyo a los padres sobre qué hacer con los peques. ¿De dónde viene esta inspiración y cómo la mantienen activa?
“Hay un gran equipo de marketing muy bien estructurado, con gente visionaria, capaces y talentosas, quienes diseñan el contenido que sale a la red y lo realizan, todo tributando a la promoción de la marca. En el caso de los mensajes que usamos para la familia, están fundamentados en asesores que tenemos: psicólogos, psicopedagogos, defectólogos, logopedas; que nos revisan el contenido y hasta nos sugieren nuevos temas. Todo lo que se ve en las redes tiene detrás un aparato muy grande de revisión, consultas, análisis, para que el mensaje que vaya sea ideal y bien conceptualizado. No queremos hacer nada improvisado porque estamos hablando del futuro de los niños, porque hay que cuidarlos desde su seguridad física hasta de su bienestar psicológico”.
¿Cómo está siendo el proceso de expansión hacia el mercado internacional y qué potencialidades ven en este camino?
“En 2018 entró en contacto con nosotros la empresa alemana Profümed y aunque inicialmente presentaron la idea de tener un convenio de exclusividad de la marca en Alemania, Francia, Suiza y Austria, tras un estudio sobre el potencial de Gabi & Sofi nos propusieron ser los distribuidores globales de la marca. Hasta el momento, por la pandemia, no hemos podido hacer mucho, pero tenemos un engranaje bien montado y pensado para que Gabi & Sofi se ubique entre las líderes en el mundo, no solo en la fabricación de juguetes sino en el apartado de parques temáticos”, los cuales serán áreas lúdicas, sin equipos eléctricos, solo para jugar y divertirse. Todo eso es parte de la promoción y expansión internacional de la marca”.
A todo esto, agreguémosle que, tras su participación en la feria de mobiliario de Salzburgo, Austria, han llegado a acuerdos con mayoristas europeos del mercado de los muebles y hoy la marca está registrada en más de 40 países y avanzan en el registro en otros lugares. Según explicó Ariel Balmaseda, tal expansión “va a estar fundamentada sobre la base de un contrato de licencia de marca que hemos firmado con los alemanes y ellos van a producir la mayoría de estos productos fuera de Cuba, certificados por Unión Europea. Lo que vamos a ganar con ese convenio servirá para generar dinero para la producción nacional”.
Para Gabi & Sofi los sueños y las proyecciones como negocio ya son una realidad al alcance de la mano. En su filosofía como marca infantil integral existe una máxima, que Ariel e Isabel aplican en sus hijos Gabriel y Sofía: dejarlos ser niños. Sobre esta base despliegan el trabajo para promover una infancia feliz en donde el vínculo con la música, las artes plásticas o el juego con la marca, contribuya a su crecimiento personal y espiritual como niños.