Amaya Torres Casañas se vio en una encrucijada sin saber qué hacer con sus pequeños cuando comenzó la pandemia. Un día, producto del acopio de la imaginación, se le ocurrió comenzar a realizar, junto a ellos, origamis sencillos. Así, surgieron los primeros patrones de lo que hoy son las bolsas jBAG.
En un mundo de Covid nació este proyecto local, responsable con el medio ambiente, de bolsas ecológicas hechas y pintadas a mano; donde arte y diseño se mezclan para lograr soluciones únicas. Poseen diferentes formatos y son realizadas a partir de textiles crudos, recuperados o nuevos, con valor estético y artesanal, acorde a diversos fines como mochilas, bolsas de playa, carteras de paseo o bolsas de regalo.
“Soy diseñadora industrial, por lo que cada punto de jBAG antepone la función a la forma, y se van produciendo modificaciones de forma orgánica durante el proceso para sacar el mayor partido a los materiales”, comenta Amaya sobre la elaboración.
“Quiero rescatar tradiciones artesanales de mujeres alrededor del mundo y adaptarlas al contexto cubano respondiendo a los estándares de calidad internacionales”.
jBAG es ecológica desde su génesis, con la base de una filosofía biosostenible, local, y enfocándose en el empleo de materiales reciclados, biodegradables o recuperados. De igual forma, la imagen desde las intervenciones y pinturas que decoran las bolsas, muestran la belleza de la naturaleza, rasgo característico de cada una de sus piezas.
La historia detrás de la jirafa
Eva, su hija mayor de 5 años, con la ingenuidad y naturalidad que caracteriza a los pequeños, dibujó una jirafa en esos días de confinamiento. Amaya decidió entonces que esa fuera la esencia y la marca de jBAG.
“La jirafa es el más alto de los animales, crece hasta 5,8m de altura. No hay seres vivos más altos en el mundo, excepto los árboles. Su altura y cuello flexible permiten que vean lo que hay detrás, al lado y de frente. Por lo tanto, este animalito nos enseña cómo aumentar nuestra percepción y ver la vida desde todos los ángulos. Esto implica equilibrio y capacidad de progreso. Por ello el mensaje de jBAG es Cambia tu perspectiva.
Educación sostenible en Cuba: un largo camino por recorrer
Para Amaya, la inspiración está dada por la naturaleza. Desde niña pasó mucho tiempo entre los árboles, visitó el campo, ha despertado con el canto y conversación de las cotorras en una tienda de campaña y ha tenido la dicha de ver zonas restringidas y de patrimonio natural. Por eso jBAG quiere acercar las personas a la naturaleza a través de sus flores, árboles y colores. Cada pieza va cargada de elementos naturales con energía positiva y mucha dedicación.
“Creo que el ser humano no es consciente actualmente de lo afortunado que es, y de la naturaleza que le rodea. Al no darse la oportunidad de disfrutarla, se pierde la magia que encierra” confirma la entrevistada. De ahí que considere que la educación ecosostenible sea el ingrediente secreto para que el planeta, tal y como lo conocemos, sobreviva.
“Queda un largo camino en Cuba para crear conciencia en las personas. Con el hecho de sentir que no hemos llegado a los estándares de consumo que queremos imitar de los países desarrollados, creemos que podemos olvidar el problema de la polución. Estamos a tiempo para frenar el desgaste y el daño de nuestro entorno. Falta mucho, pero hay una parte de la población que está comprometida con la ecología y sostenibilidad. Ya se perciben personas en todos los medios que comienzan a darse cuenta y apoyan proyectos enfocados al cambio de mentalidad. Como pequeños comercios tenemos el deber de educar a nuestros clientes. Pasión, entrega, constancia y consistencia, son fundamentales para hacer el cambio”, asegura Amaya.
