Dos mujeres vinculadas a las industrias creativas, muchas ganas de colaborar, apoyar e impulsar a otras. Una pandemia que recluyó a todos en sus casas. Miedos, dudas, búsqueda de nuevas oportunidades, aprendizaje. Un proyecto: Mentoras Creativas.
Elena Molina y Gabriela Román, dos cubanas que trabajan desde hace alrededor de una década en las artes visuales, la curaduría, el cine y la gestión cultural son las mentes maestras de este proyecto que nació hace poco más de dos años, en plena pandemia de Covid-19, y que se ha convertido en un importante laboratorio colaborativo y feminista, y un empuje para otras mujeres que comienzan a insertarse en las industrias creativas en Cuba.
“Siempre digo que Mentoras Creativas tiene que ver con crear un espacio que a mí me hubiese gustado tener cuando comencé a introducirme en las industrias creativas en Cuba, y que va de crear oportunidades”, dijo a Nego Gabriela.
“Es muy difícil entrar en las industrias creativas y es mucho más fácil para una mujer recibir la ayuda de otras mujeres que ya han transitado este camino, que te enseñen cómo se trabaja, cuáles son los desafíos, qué tipo de aprendizajes necesitas, porque es una industria muy masculina, y a nivel de líderes también”.
Elena, formada en Cine, y Gabriela, historiadora del arte y negocios creativos, quienes residen actualmente en Barcelona y Londres respectivamente, colaboraron en el 2020 organizando un evento llamado Locas, Brujas, Raras y Lesbianas, fue entonces cuando se percataron de que habían en el entorno nacional de la isla muy pocas lideresas. Nació así la idea de crear un programa de formación, apoyo y mentorías para mujeres que se inician en la industria, bajo el nombre Mentoras Creativas, que ha evolucionado además en apoyo profesional en formato de mentorías, pasantías y asesorías.
Cuando Elena habla de los inicios recuerda que “no pensábamos que íbamos a tener tal respuesta positiva del público, de las aplicantes, el primer programa lo planificamos con 10 cupos solamente, y a los 5 días de lanzada la convocatoria teníamos ya 121 aplicaciones, de pronto, sin haber existido, sin que nadie nos conociera y tuvimos que duplicar el cupo a 20, porque tuvimos mucha demanda, aun sin compartir el contenido del programa, fue como un timming perfecto”.
Apoyado y financiado por el Chevening Alumni Programme Fund como parte del Programa de Becas Chevening del Gobierno del Reino Unido, la segunda edición de mentorías de este proyecto está a punto de terminar.
Las mentorías y las “mentees”
A sus 30 años, Jenifer Ancizar es una de las afortunadas que ocupó uno de los 20 cupos de la segunda edición del programa de mentorías de este proyecto, es una de las “mentees’’-como llama Elena a las chicas que conforman sus programas.
Jennifer es ilustradora y diseñadora autodidacta, y ser parte de Mentoras Creativas en su segunda edición, asegura, le ha cambiado la vida.
“Fue la forma de abrir los temores que tenía frente a las redes sociales y a conocer a otras personas que trabajan en el mismo medio, y Mentoras a través de su red te ayuda a socializar, a conocer cuáles son tus necesidades y cómo adentrarte en este mundo. Cuando entras al programa vienes con una idea de para qué te puede servir, pero luego te das cuenta de que es mucho más amplio, que hay muchísimas más oportunidades para las mujeres dentro de las industrias creativas”.
El deseo de sus fundadoras es ver más proyectos liderados por mujeres y a más de ellas en posiciones estratégicas en el sector creativo. Es por eso que apuestan por el surgimiento de nuevos tipos de liderazgo, a través de un programa práctico, para compartir habilidades y recursos son imprescindibles para insertarse en el mercado laboral, y que muchas veces no se tienen en cuenta.
Según comentó Elena, el programa de mentorías dura 3 semanas y cada pasante tiene una mentora. “’Tenemos programas de charlas y talleres con las pasantes que son cerrados, y otro programa de charlas y talleres abiertos donde también se incluyen a las que optaron por el programa y no pudieron ser seleccionadas por temas de cupo”.
El proceso para entrar es mediante convocatoria abierta para mujeres que quieren iniciarse o desarrollar su trabajo en el sector creativo, las cuales deben llenar un amplio formulario, “teniendo tanta demanda el proceso de selección es súper importante y riguroso, quisiéramos seleccionarlas a todas, pero solo podemos aceptar a 20 en las mentorías”, lamenta Elena.
Una parte de las mentoras, que trabajan directamente con las muchachas insertadas en el programa, salen de la red de amigas y colaboradoras de Elena y Gabriela, lideresas de las industrias creativas que están aportando a las industrias a escala regional y global, y otra parte provienen de la red alumni de Chevening.
“Una de las cosas que nos propusimos es de que la experiencia no sea solo los talleres, sino que las muchachas se lleven documentación para leer y estudiar”, añadió.
Este 2022 el programa de mentorías se expandió más allá de las fronteras cubanas, e incluyó también a pasantes de la región, de manera online.
“Dos puntos de crecimiento en el futuro van por el tema regional y ojalá pudiéramos tener más experiencias físicas”, dice Elena.
Por su parte Gabriela asegura que “nos interesa trabajar mucho el equilibrio entre tu vida y salud mental, pues hay desafíos muy específicos que tenemos nosotras y que están muy marcados por el género, y es justamente tratar de cerrar ese tipo de brechas lo que nos proponemos”.
Pero además de las mentorías, el programa también comprende pasantías y consultorías.
“Las pasantías también han derivado en ofertas de trabajo para las muchachas, muchas de ellas se han quedado colaborando con los emprendimientos que las acogieron en su pasantía”, afirma Gabriela.
Formar cada vez más lideresas para Cuba y el mundo
“Con el programa de pasantías aprendimos que el trabajo remoto con empresas extranjeras desde Cuba, dentro de las industrias culturales, es posible”, afirman Gabriela y Elena.
“Las muchachas que pasan por Mentoras Creativas están mejor conectadas con líderes de la industria, no solo de Cuba, sino de otros países, y eso las pone en un lugar privilegiado, con mejores ofertas de trabajo, logran tener una visión mucho más abarcadora de qué se puede hacer, no solo en el país, sino a nivel global, y pensar proyectos que pueden funcionar en Cuba, pero también internacionalmente”.
De cara al futuro los propósitos de Mentoras son perfeccionar los programas que tienen, enfocarse en la región para hacer del proyecto “algo global” y “apoyar a Latinoamérica y el papel que tienen las mujeres en América Latina, mejorar sus oportunidades a escala mundial”.
La mentalidad de cómo entenderse -para las mujeres- dentro de la industria comienza a hacerse más flexible, con Mentoras “ellas están planteándose y buscando cuál será su camino, y mientras transitan por el programa y establecen nexos, alianzas, comienzan a dibujar ese camino. Mentoras Creativas es un espacio de exploración”.