Soy Pepa: símbolo del universo sensible y creativo de una niña
De Noticias
Por Danay Galletti Hernández
Soy Pepa by Pepa Blasco, emerge de la creatividad de una niña de 5 años, aficionada al arte, observadora y con una sensibilidad especial respecto a su entorno, y surge como marca, tras el empeño de un equipo impulsado por su madre, la abogada cubana Lourdes Dávalos León, radicada hace 15 años en Madrid, España.
La pequeña encontró en el dibujo un medio de expresión y, sobre todo, un enlace entre ella y Lurdis, su hermana mayor de siete años, con autismo, sin que mediaran los adultos en ese vínculo y en aras de suplir procesos comunicativos básicos como el lenguaje o el contacto visual.
Pepa Blasco, el nombre de la autora del proyecto de ropa infantil, nació, a juicio de Dávalos León, con una espontaneidad inusitada y enfocada en trascender su espacio, a partir de “ciertas dotes de interacción superiores en niños de su edad y madurez en relación con el autismo de su hermana, aún sin saber el nombre de su condición”.
También, encontró entre colores y formas una vía para “llamar la atención” y de proyectarse ante su familia y el mundo, con el impulso de algo extraordinario; ello, sumado a la experticia de su madre en el ámbito de los negocios dieron cauce a la idea, que tiene como propósito cimero la intención de su autora por ayudar.
Consciente del amor intrínseco por su hija y sin que mediara una subjetividad lógica sobre sus valores y aptitudes artísticas, Dávalos León consultó sobre el tema, esperó su inserción en el sistema educativo de enseñanza y recibió una opinión avalada sobre sus peculiaridades.
Durante la pandemia Covid-19 y auxiliada por su profesora, la artista plástica española Noemí Gómez Posada, Pepa encauzó toda la fuerza y potencia de su espíritu creativo y, a su vez, incorporó principios de socialización, una experiencia formativa donde “ella sienta que forma parte de una comunidad”.
“Parte de lo reunido hoy en estas primeras colecciones, resultan los diseños que realizó en esa etapa. La niña está muy involucrada y entiende su papel dentro de su marca y empresa personal y eso le fascina. Entiende que su obra, concebida en un espacio privado, tendrá una exposición social”, aseguró.
Sobre todo, que podrá ayudar a otros niños y proyectos asociados a la cooperación con familias y personas neurodiversas, especialmente con algún integrante diagnosticado con autismo, a partir del desarrollo esta línea de prendas y accesorios infantiles, desde la visión de una pequeña.
La hija mayor es, junto a Pepa, una de las dueñas del emprendimiento y también funge como modelo, de ahí que el logo de la marca sea una muñeca, “justamente como ella ve a su hermana y cuando le preguntas te dice: esa es Lurdi; es su musa y siempre le coloca una corona de princesa”.
De forma inmediata, Lourdes materializó los sueños y el sello de su pequeña, organizó junto a un equipo de profesionales los detalles del lanzamiento al mercado de las prendas y los diseños preliminares, seleccionados por la historia que los acompaña y su belleza.
Los imprescindibles, por tanto, son la ya mencionada muñeca; el arcoíris, conformado por los colores de su elección, símbolo de la diversidad y de esperanza y de especial significación en el mundo actual, y un muñeco de plastilina estampados en camisetas y pullovers blancos.
Además, hay un conjunto de leggins y una camiseta de mangas largas, dos bañadores o trusas de niñas y abrigos con capuchas, y prevén, en este compendio abierto a la subjetividad de la virtuosa Pepa, la incorporación de vestidos, todos firmados por la artista de su puño y letra.
Otra de las virtudes es la incorporación de prendas para adultos, similares a las infantiles, bajo la misma idea de una “ropa casual, cómoda, cromática, viva y nada extravagante. Estamos sensibilizados con la soltura de los niños, la tela es de producción europea y más adelante será cubana, a partir de la constitución de una mipyme y la inauguración de una tienda física”.
En paralelo, apareció la idea de fabricar joyas, en colaboración con la orfebre de la nación caribeña Laura Lis, hechos a mano y desde elementos incluidos en los esbozos “imperfectos” de Pepa como el arcoíris, la estrella con ojos, la muñeca y el cinco con la corona, alusivo al número de años que cumplió recientemente.
“Contamos con un stock significativo de sus obras, ella participa en todo el proceso de materialización y siempre respetamos su criterio. Tiene un valor y contenido real, veremos qué piensa el público. La marca evolucionará, pero ahora identifica su forma peculiar de ver el mundo y cómo se lo quiere mostrar a su hermana”, afirmó.
Y en esa percepción, Pepa interpreta el corazón como un círculo rojo en el centro de sus muñecas, coloca ojos a los objetos y distorsiona las formas habituales de las cosas para devolver ilusiones y trasladar a los adultos a su universo imaginario.