En momentos en que las formas de gestión no estatal ansían ser amigables con el medio ambiente, en la provincia de Matanzas se destaca la Cooperativa no agropecuaria (CNA) Atres por su manera peculiar de aportar a la economía del país y al medio ambiente.
Desde que surgió en 2014 pretendía producir y comercializar artículos decorativos y utilitarios, elaborados con recursos naturales y materiales reciclados, así como brindar servicios de decoración.
No fue hasta 2018, cuando comenzó el déficit de materias primas como el hierro y la madera, que decidieron emplear algunos materiales a partir de la reutilización de residuos. Esta alternativa ganó en popularidad, y es lo que conocemos hoy como A3-ECO, la línea más ecofriendly de Atres.
“Nuestra cooperativa identificó en los residuales una fuente importante de materias primas, que mediante procesos tecnológicos son transformados en productos con valor de uso, evitando que afecten con su acumulación al medio ambiente. Esta línea responde a un nuevo enfoque de responsabilidad social con nuestros clientes, poniendo en sus manos productos de alto valor ecológico”, nos comenta José Antonio Soto Valle, su presidente.
El producto estrella es la Ecomadera, que se construye a partir del reciclaje de toneladas de desechos de plásticos. Una vez transformados se utilizan para la fabricación de muebles, pasarelas, pérgolas, estructuras y palés.
La Ecomadera es famosa por su alta durabilidad, resistencia y fortaleza, que la convierte en una alternativa ideal para decoración ambiental y reanimación de espacios exteriores agresivos.
“La marca Atres no solo está en los principales sitios de la ciudad de Matanzas como el Parque de la Libertad y las Cuevas de Bellamar, sino que tenemos presencia en varios hoteles de Cayo Largo del Sur, en parques y sitios turísticos de Varadero, en las Cuevas de Saturno y en la capital”, explica José Antonio.
Las proyecciones de la CNA son la de explorar otros residuos que puedan ser reutilizados para obtener productos que satisfagan las necesidades reales de los clientes y que logren disminuir la carga contaminante de espacios rurales y naturales en Cuba.
Mientras llega este momento, trabajan en ciudades inmersas en la conservación de áreas patrimoniales con la Ecomadera, que les permite recrear los mismos detalles de esos artículos de época, armoniza con todo tipo de entorno y les ofrece un alto valor ecológico.
