En un mundo cada vez más saturado de anuncios publicitarios y campañas promocionales pulidas al más mínimo detalle por profesionales de la comunicación, el Contenido Generado por el Usuario (UGC, por sus siglas en inglés) viene a ser un diamante en bruto con valor agregado: la autenticidad.
En los últimos años el Contenido Generado por el Usuario se ha colado en el escenario siempre cambiante del marketing digital, al punto en que ha revolucionado los modos en que las marcas interactúan con las audiencias y le ha añadido improvisación y espontaneidad.
De acuerdo con los teóricos, el UGC es básicamente cualquier material valioso que la gente común crea y comparte en Internet: fotos, videos, reseñas, un post en X, un tutorial de maquillaje, un short de YouTube o esa foto de comida increíble que un cliente satisfecho sube a Instagram y, de paso, etiqueta al restaurante.
Es, en esencia, un contenido creado por usuarios, seguidores o fans de una marca, producto o servicio; un contenido digital hecho por la gente para la gente, con lo cual el universo virtual se convierte en un escenario mucho más humano, a la medida de las personas comunes.
Aunque ha proliferado en diferentes grupos etarios, es en la llamada Generación Z —nacidos entre 1995 y 2012— donde ha eclosionado el UGC, pues estos jóvenes han crecido rodeados de tecnología y no son solo consumidores, sino sobre todo creadores de contenidos.
De acuerdo con estudios recientes, las marcas han puesto su mirada en la Generación Z porque este grupo demográfico ha alcanzado una etapa en que tiene mayor poder adquisitivo y está tomando decisiones de compra significativas. Ha obligado a redefinir las expectativas del consumidor, de modo que las marcas han tenido que reinventarse y adoptar enfoques más creativos e innovadores.
Si bien los anuncios pagados nunca pasarán de moda, las campañas de mercadotecnia han tenido que incluir Contenido Generado por el Usuario para conectar más con los jóvenes, por razones que van desde la necesidad de buscar mayor confianza, mejorar los canales de retroalimentación, abrir espacios a la participación orgánica, hasta la urgencia de conectar de una forma auténtica.
Y es que este tipo de contenido le habla al consumidor, no desde el verticalismo de un anuncio profesionalmente pensado y producido, sino desde la igualdad de condiciones que supone otro consumidor; porque la gente confía más en las opiniones y experiencias de otros usuarios que en las estrategias de marketing tradicionales.
Las marcas inteligentes han descubierto que el UGC es una ráfaga de aire fresco en medio de un ambiente sobrecargado de anuncios impecables y promociones forzadas y han sabido aprovechar las historias reales de personas reales que manifiestan experiencias positivas alrededor del negocio. Ello parte, como es lógico, de la calidad del producto o servicio que se brinda, que viene a ser el pollo del arroz con pollo.
En el escenario cubano actual, son cada vez más los emprendedores que se valen de este recurso del marketing para fidelizar clientes y lo hacen tocando la fibra sensible, con historias humanas, experiencias genuinas que llegan a las audiencias de la mano de los influencers, las reseñas de los públicos y, en buena medida, aprovechando el Contenido Generado por los Usuarios, protagonistas de esa parte de la historia a la que no tiene acceso la publicidad estándar.