ENPARALELO: soluciones de empoderamiento, alimentación y sostenibilidad

Con la premisa de lograr una nutrición sana, con alimentos producidos desde y para la ciudad, ENPARALELO se consolida como negocio y proyecto de desarrollo local de Cuba, con resultados palpables, fuertes alianzas, metas mucho más definidas y ansias de crecer.

Lo que comenzó como un pequeño proyecto de familia con la producción de microvegetales comestibles, empleando técnicas de la agricultura en vertical y la hidroponía en el balcón de una casa en plena pandemia por la Covid-19, hoy se ha convertido en un programa que busca contribuir a la transición socio-técnica hacia una ciudad más sostenible desde la mirada del alimento.

“Buscamos brindar una oportunidad a la innovación, que contribuya a crear espacios productivos en lo económico, pero también social y ambiental”, explicó Oliesky Fabre, arquitecto de profesión y fundador de esta iniciativa. Su objetivo es implementar un sistema agrícola urbano que aporte a la soberanía y seguridad alimentaria. Además, proponen crear paisajes urbanos productivos y fomentar el consumo responsable.

El programa incluye la empresa “ENPARALELO_Producciones Agro-Urbanas” (seleccionada en septiembre de 2021 entre las primeras 35 Mipyme autorizadas en Cuba por el Ministerio de Economía y Planificación) y el proyecto de desarrollo local “ENPARALELO_Creando Paisajes Urbanos Productivos” (aprobado ese mismo mes como proyecto de desarrollo local del municipio Plaza de la Revolución).

“Entra en mi timbal, una mirada desde el alimento para el desarrollo local”

Se trata del curso de formación técnica para la creación de microunidades urbanas de producción de microvegetales, un proyecto piloto de ENPARALELO lanzado entre los meses de junio y julio de este año con la participación de vecinos del barrio La Timba.

El curso cuenta con un módulo teórico donde se busca empoderar a las personas con conocimientos sobre desarrollo local, microemprendimientos, microfinanzas, sistemas alimentarios locales sostenibles y nutrición. Además, indagan en conceptos y experiencias relacionados con la producción de alimentos de alto valor nutricional en barrios y comunidades, así como la posibilidad de hacer uso para producir de espacios que existen en las ciudades, ya sean balcones, terrazas o parqueos, por ejemplo.

Los participantes aprenden también cómo producir haciendo uso de las mejores prácticas agroecológicas, e indagan en las técnicas y tecnologías para el uso de las fuentes renovables de energía.

Luego se desarrolla un módulo práctico, en el cual la empresa entrega de manera gratuita las materias primas necesarias (kit d cultivo: semillas, sustrato, estantes y bandejas para producir) a las personas que van a implementar esa microunidad urbana de producción en su casa.

En este proceso se firma un contrato comercial para que, ademas del consumo familiar, una parte de las producciones se vendan a la empresa, de manera que se logre crear redes de microunidades en la ciudad.

Con su licencia de trabajo por cuenta propia, y el suministro de ENPARALELO se lograria una red de comercio local que conectaría con otros actores y emprendimientos para fortalecer el desarrollo en la comunidad.

Fabre aseguró que de esta forma estarían ayudando a crear nuevos actores económicos en las comunidades. “Queremos empoderar económicamente a la familia, para luego comenzar a educar desde el punto de vista nutricional y lograr mejorar los hábitos alimentarios, detalló.

Actualmente están importando algunos recursos para entregar los kit de cultivos a la comunidad y comenzar con las primeras experiencias productivas.

Los inicios….

Cuando validaron el proyecto piloto en 2020, el tema del espacio era uno de los principales problemas, pues el balcón de la casa de Fabre, donde comenzaron las producciones, tiene una amplitud de unos cinco metros cuadrados, y llegaron a tener más demanda de lo que podían producir.

Luego de varias negociaciones, con perseverancia y el apoyo del gobierno local de Plaza de la Revolución, obtuvieron un terreno para la construcción del nuevo espacio de producción, ubicado en el barrio La Timba, en ese municipio de la capital cubana. Luego, comenzaron las gestiones para conseguir financiamiento.

El equipo de ENPARALELO está integrado por arquitectos, sociólogos, licenciados en contabilidad y finanzas, y otros profesionales emprendedores.

Muchas son las alianzas que se han ido creando en el camino, y también los reconocimientos que este programa ha recibido tanto en Cuba como a nivel internacional. En 2022 fue seleccionado como uno de los 10 proyectos (de entre más de 200 iniciativas) con las soluciones más innovadoras para combatir el hambre en América Latina y el Caribe.

Esta selección le ha permitido recibir apoyo técnico personalizado, financiamiento, mentorías y acceso a la red del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas.

Forman parte, además, de la ONG Internacional Slow Food, y del Movimiento de Alimentación Sostenible de Cuba.

Por otro lado, participan en el Primer Estudio Integrado sobre Agricultura Urbana desde la mirada del Patrimonio, un proyecto internacional que vincula a cuatro universidades extranjeras y a la Universidad Tecnológica de La Habana “José Antonio Echeverría” (Cujae); lo cual les ha permitido en los últimos años viajar por varias ciudades de Europa y de Asia investigando e intercambiando experiencias.

¿Por qué microvegetales y no otros productos?

Lo principal de los microvegetales es el valor nutricional, por eso escogimos este producto y no otro, aseguran los miembros del equipo de ENPARALELO.

Diversos estudios demuestran que en dependencia de la especie y la variedad, contienen mayor concentración de vitaminas, minerales y antioxidantes que la misma planta en estado adulto, y su consumo promueve la salud en general y ayuda a prevenir algunas enfermedades.

También cuentan con ciclos muy cortos de producción, que van de una a tres semanas; por lo cual una vez entregadas las materias primas y pasado el curso teórico y práctico, se puede empezar a generar ingreso en pocos días. ENPARALELO apuesta por el empoderamiento económico como incentivo en la comunidad.

 “Queremos hacer la actividad agrícola urbana atractiva e innovadora para las nuevas generaciones; pero también buscamos empoderar a las personas de la tercera edad, darle oportunidad de empleo con estas producciones que no necesitan de tanto esfuerzo físico, ni tiempo”, agregan.

Para la segunda edición de este proyecto piloto con vecinos del barrio La Timba, pretenden que participen también los niños, tanto de círculos infantiles como de escuelas primarias, y para ello ya se están estableciendo alianzas y colaboraciones. 

Próximos pasos….

Ha sido un camino de mucho aprendizaje y retroalimentación. Por el momento se proponen terminar el proceso inversionista y comenzar a producir para reactivar la comercialización y así dar respuesta a todos los clientes, las intenciones firmadas y contratos realizados para la compra de sus productos. La empresa tiene su principal mercado meta en el sector HORECA (hoteles, restaurantes y cafeterías) tanto estatales como privados.

Por otro lado, el proyecto de desarrollo local, se enfoca en los barrios caracterizados como vulnerables en la ciudad, comenzando por La Habana, pero con la intención de extenderse al resto del país.

Pretenden apoyar a los gobiernos locales, a otros proyectos de desarrollo, a emprendimientos y actores que están en las comunidades, y trabajar de conjunto por un futuro mejor para todas las personas y una ciudad más sostenible. En este sentido están abiertos a nuevas colaboraciones tanto a nivel nacional como internacional.

Desde su visión “entre todos los actores económicos pueden trabajar por una mejor ciudad… aportar a la soberanía y seguridad alimentaria, fomentar el consumo responsable y fortalecer el desarrollo local creando al mismo tiempo barrios más activos y vibrantes”.