Ojeda-Cabrera: una marca que simboliza arte, novedad y valor utilitario
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Por Danay Galletti Hernández
La edición 23 de la feria Arte en la Rampa, con sede en la barriada capitalina del Vedado reúne, entre otros participantes, al artesano cubano Livan Ojeda Rodríguez, uno de los integrantes del negocio Ojeda-Cabrera junto a su esposa Maribel Cabrera y sus dos hijos.
El artista comenzó la ejecución de ese oficio con 17 años, tras pasar un curso de especialista en calzado ortopédico y luego, además de su empleo en instituciones estatales, decidió el impulso de este emprendimiento artístico.
En principio, “aquello me liberaba de la tensión laboral”, después con la incorporación paulatina de los miembros de la familia el negocio creció y, actualmente, el diapasón de artículos abarca, además, bolsos, carteras, bisutería y cintos, realizados fundamentalmente con cuero.
No obstante, incluyen otros materiales como yute, vidrio y madera, pues “añadimos todo aquello que pueda aportarles valor a las piezas; cuándo encontramos la materia prima, entonces decidimos qué vamos a hacer”, explicó a Negolution.
Según refirió Ojeda Rodríguez, la adquisición de los insumos necesarios se realiza mediante procesos de importación gestionados por el Fondo de Bienes Culturales (FBC)— empresa instituida en 1978, perteneciente al Ministerio de Cultura— o en las tenerías cubanas.
El secreto de la marca Ojeda-Cabrera, constituida como tal en agosto de 2023, radica en piezas “lo más artísticas y modernas posibles, pues al ser un grupo conformado por personas de varias edades podemos definir las tendencias adecuadas para jóvenes y adultos; tratamos de que el cliente salga satisfecho con nuestra mezcla de arte, novedad, gusto y utilidad”.
Otro de los impulsores de la firma es Livan Alejandro Ojeda Cabrera involucrado desde pequeño en este oficio: “nací en un taller, siempre en la casa era habitual el trabajo con las pieles y la madera, y me acostumbré a esa práctica desde mi niñez; estudié técnico veterinario, pero la labor con el cuero me apasiona y decidí quedarme en el negocio familiar”, confesó a Negolution.
“Todo el tiempo la casa está llena de materiales e ideas por concretar. Siempre hablamos sobre este proyecto, sus posibilidades de evolución y nuestras aspiraciones. Tenemos una dinámica bastante fluida y abierta respecto a la ejecución de una pieza”, añadió.
Por su parte, Lia Alejandra Ojeda Cabrera, integrante de esta familia de artesanos y artistas, desarrolla además su marca propia denominada Bisujandra— destinada a la bisutería y cuyo debut aconteció en la Semana Hispana de la Moda (Shimo) 2024 en España—, percibida por la joven de 19 años, quien nació con una parálisis cerebral, como un espacio de expresión y desarrollo creativo.
“Desde pequeña vi a mi papá trabajar con distintos materiales y convertirlos en arte; luego, al darme cuenta que no podía coser bien en una máquina o sacar los moldes de un bolso, percibí que con los retazos de ellos podía yo también hacer arte. El trabajo manual, además de la satisfacción que pueda darle al creador, confiere un carácter único y un sentimiento especial a la obra”, aseguró a Sputnik.
Tras concluir duodécimo grado y antes de su ingreso en septiembre venidero en la Facultad de Teatro de la Universidad de las Artes (ISA), Lia Alejandra determinó el aprovechamiento del tiempo libre en esta labor.
“Ha sido una gran rehabilitación para mi paresia (debilidad muscular parcial), pues con mi mano izquierda he logrado hacer cosas que hace unos meses atrás eran impensables y he mejorado en el agarre de la pinza y la precisión”, concluyó.