¿Qué podrían esperar los emprendedores cubanos de las nuevas medidas anunciadas por Biden?
De La Columna
Por Lisandra Andrés
Luego del 16 de mayo del 2022, cuando la Casa Blanca anunciaba una serie de medidas hacia Cuba, muchos se apresuraron a hablar de una nueva época de deshielo en las relaciones entre ambos gobiernos, pero, ¿cuánto de cierto hay en esto? ¿qué repercusión pudieran tener estas medidas para el sector privado en Cuba?
La administración Biden comunicó que se eliminaría el límite de mil dólares trimestrales para las remesas enviadas a la isla, autorizaría las remesas donativas (no familiares) entre otras, así como el incremento del apoyo a emprendedores cubanos independientes.
“Alentaremos las oportunidades comerciales fuera del sector estatal autorizando el acceso a tecnologías en la nube ampliadas, interfaces de programación de aplicaciones y plataformas de comercio electrónico. Nos proponemos trabajar para ampliar el acceso de los emprendedores a las micro finanzas y la capacitación”, asegura el comunicado estadounidense.
Sin embargo, el bloqueo de Estados Unidos a Cuba, vigente desde 1960, prohíbe la mayoría de las transacciones financieras en las que participen ciudadanos o entidades cubanas, a menos que entren dentro de una excepción o estén autorizadas por una licencia.
Western Union, el principal proveedor de pagos de remesas desde Estados Unidos a Cuba, cerró sus oficinas en la isla en noviembre de 2020 tras una serie de sanciones impuestas por Trump.
Los responsables de la reciente iniciativa creen que es la primera vez que el gobierno estadounidense autoriza la financiación e inversión directa en una empresa privada cubana, aunque todavía no se han fijado los términos para estas transacciones ni se ha explicado de qué manera, ni cuándo, se harán efectivos los anuncios.
Pero en lo que sí coinciden los analistas es en que las remesas significarían un crecimiento del sector privado, en un momento donde los emprendedores poseen garantías legales, constitucionales y económicas.
La eliminación del límite de remesas de mil dólares trimestrales, podría ser uno de los aspectos que más beneficios pueda aportar al sector privado, al igual que sucedió en el 2014, cuando Obama aumentó los límites máximos de las remesas de $500 a $2 000, por cada trimestre.
Para el profesor de teoría política del Instituto Superior de Arte, Ernesto Teuma, el escenario que vive la Mayor de las Antillas en este 2022, difiere de cuando el gobierno del expresidente Barack Obama flexibilizaba mucho más las relaciones con Cuba y su sector privado.
“Hay un sector privado en crecimiento, más de tres mil micro, pequeñas y medianas empresas, y por lo tanto la estrategia desde Cuba no será cortar aquello que nació de la estrategia de desarrollo económico del país.
“Cuba tendrá que enfrentarse a un escenario donde el sector privado recibirá apoyo de empresarios o comerciantes extranjeros y cierta ventaja tecnológica, frente a un sector estatal que no lo recibirá. Será un escenario para abrir nuevas competencias”, asegura.
Teuma considera que las medidas aprobadas por Biden son muy distintas a las aprobadas por Obama en su momento, “muchos ven este nuevo paquete como un deshielo en las relaciones, aunque realmente hay muy poca evidencia de que lo sean”, dice.
La política de Washington hacia Cuba mantiene una línea común entre sus administraciones: uno de sus principales objetivos es “fomentar el crecimiento de los emprendimientos y del sector privado en Cuba”.
Cuando hace varios años Obama proponía el mayor acercamiento entre Cuba y Estados Unidos en décadas, planteaba un incremento del turismo, donde el sector privado cubano se vio beneficiado por la gran cantidad de visitantes que llegaron a la isla, y donde muchos negocios relacionados con esta actividad económica vieron un florecimiento: agencias turísticas, guías, casas de renta, bares, restaurantes y cafeterías, así como negocios de artesanías y souvenirs, entre otros.
En el caso de las medidas anunciadas este mes de mayo, el gobierno estadounidense ha dejado claro que no buscan un aumento de los viajes turísticos de los ciudadanos estadounidenses a Cuba.
Lo cierto es que habrá que esperar para conocer cómo se implementará el paquete de medidas anunciado por la Casa Blanca, pues, aunque las mismas marcan los cambios más significativos en la política de Estados Unidos hacia Cuba desde que el presidente Biden asumió el cargo, están muy lejos del nivel de compromiso de la era Obama.
Así, mientras algunos consideran que una política de apertura hacia La Habana “no lleva a ningún lado”, otros aseguran que impactará directamente en la vida de los cubanos.