Recetas para “vender” un buen restaurante

No es preciso conquistar una estrella Michelin para tener un restaurante exitoso en Cuba, por más que este reconocimiento abra puertas y posicione mejor al negocio. Hace falta, eso sí, mucho esfuerzo y constancia para mantener una oferta de calidad en medio de la crisis de abastecimiento que vive la isla.

Y hace falta —lo dicen los gurús de la gastronomía mundial— una estrategia de marketing que jerarquice todo lo que sucede en torno al restaurante: desde que un cliente potencial visita las plataformas digitales, hasta la experiencia que vive posteriormente en el local físico, su carta, la música, la atención personalizada…

Se trata de un tipo muy particular de marketing, cuyo propósito ulterior es captar la atención de los posibles clientes, satisfacer sus necesidades a través de los productos o servicios que ofrece un restaurante, un bar o una cafetería.

Encontrar aquello que hace único al emprendimiento para diferenciarlo de la competencia en una industria tan potente viene a ser uno de los principios del llamado marketing gastronómico, que será más eficaz mientras más personalizado e innovador. Si al final de la experiencia culinaria el cliente recomienda el negocio a sus familiares, amistades o compañeros de trabajo, habrá valido la pena.

Además de las estrategias tradicionales o el marketing offline, a través de soportes físicos como anuncios en revistas, folletos o promociones, en el siglo XXI es imprescindible tener en cuenta, también, la tecnología y el uso que el cliente hace de ella, sobre todo si el público meta del negocio mantiene una relación orgánica con Internet.

Negolution compendia cinco tips a tener en cuenta para el posicionamiento online de un negocio culinario.

1. Adecuado manejo y gestión de contenidos en redes sociales: No se trata solo de abrir cuentas en redes sociales, sino actualizarlas con regularidad con contenido atractivo, sugerente, orientado al público objetivo para atraer a clientes nuevos y aumentar así las reservas y visitas.

Las redes sociales son esa especie de vitrina a la que el consumidor acude para informarse y observar platos, recetas, confort y hasta el ambiente. Estudiosos estiman que el 80 por ciento de las personas hace esto antes de visitar un restaurante, por lo que es necesario que la imagen online que se transmite en redes sociales se corresponda con la calidad del servicio que se brinda. De ahí que resulte imprescindible que la imagen que proyecta el negocio se corresponda con la realidad, para no decepcionar a quien viene buscando lo que vio en las redes.

2. Estrategia coherente de email marketing: Nada como llegar de manera directa a un cliente, mantenerlo informado de eventos, promociones y novedades de un restaurante. Una vez que se hayan captado suscriptores a través de la página web y las redes sociales y se disponga de una buena base de datos, es recomendable enviar correos cada cierto tiempo como una forma de recordarle al consumidor las opciones de las que dispone. Es un recurso que, sin embargo, debe emplearse con moderación, ya que el envío de información intrascendente, engañosa o excesiva puede llegar a aburrir.

3. Consolidar el branding: La marca no solo es su logotipo, slogan y gráfica representativa, sino también los elementos de la experiencia integral: lo que se dice del restaurante, su decoración, la vajilla, sus plataformas analógicas y virtuales… todo cuando comunica la oferta y los valores a los clientes. Ante la inmensa oferta gastronómica actual, la marca permite que el restaurante tenga personalidad propia y, por ende, consolide una comunidad interesada en ese tipo de emprendimiento.

4. Medición constante de las opiniones: El consenso en torno a si un restaurante, bar o cafetería tiene calidad o no, resulta determinante para la toma de decisiones de los clientes potenciales. De ahí que cobre vital importancia el seguimiento a los criterios que suscita el negocio, dar respuesta oportuna a las quejas, demostrar interés por la repercusión en los planos físico y online. Una crisis mal gestionada puede llevar a la bancarrota al emprendimiento más establecido, de la misma forma que una adecuada estrategia de atención al cliente puede zanjar una desavenencia y conquistar para siempre a un nuevo seguidor.

5. Aprovechar al máximo el marketing de influencers: Como en la moda y los estilos de vida, en la gastronomía es tremendamente efectivo el marketing de influencers, la tendencia que conecta a nivel emocional a una celebridad —aunque sea a nivel comunitario— con su grupo de seguidores. Concertar colaboraciones con este tipo de personajes de las redes sociales puede provocar un boom en la demanda del restaurante, solo porque el influencer publicó una foto en el establecimiento o porque recomendó un plato. Y no tiene que ser una celebridad mundial; en ocasiones un influencer local —cuyo radio de acción sea pequeño, pero esté consolidado— puede tener más éxito atrayendo clientes al negocio. La experiencia positiva es la que, en definitiva, llena cualquier emprendimiento gastronómico.

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