Finca La María, agroturismo y buenas prácticas ambientales en el centro de Cuba
Por Lisandra Andrés
La finca “La María”, en la provincia de Ciego de Ávila, en el centro norte de Cuba, forma parte de un proyecto agroturístico de que busca diversificar las experiencias de quienes visitan el país.
“La María”, con casi 90 años, constituye un patrimonio familiar y logra crear un fuerte vínculo con la tierra, cultivada de forma responsable mediante prácticas agroecológicas que generan múltiples beneficios para la producción de alimentos, el Medio Ambiente y la salud humana.
Ubicada en el Consejo Popular Sur del municipio avileño de Morón, la finca es gestionada por Idelfonso Clero, nieto del dueño original del lugar.
Idelfonso, tercera generación que se ha dedicado al trabajo en el campo, convive en esos dominios con su familia y juntos preservan las tradiciones agropecuarias, históricas y culturales, motivaciones esenciales de constantes visitas al lugar de nacionales y extranjeros.
“Este es un producto que tiene aceptación”, dijo el campesino a Nego y contó que en temporada alta de turismo en Cuba han llegado a recibir hasta 1.000 clientes mensuales.
Comentó que muchos de los clientes que llegan al lugar son repitentes, mientras que otros vienen por recomendaciones de amigos que han practicado el agroturismo en la finca.
“Hemos tenido clientes que han querido ayudarnos en la producción y se suman con nosotros a trabajar la tierra”, aseguró.
El sitio tuvo como primer propietario a su abuelo Genaro Clero, un inmigrante español, quien llegó a Cuba en 1918 y una década después compró la primera parcela, incrementada de forma progresiva hasta adquirir “La María”, antiguo tejar del cual adquirió el nombre.
“El objeto principal de la finca es la producción para la venta al Estado y el autoconsumo, y en paralelo desarrollamos el agroturismo”, explicó el dueño del lugar.
El terreno de 14 hectáreas que ocupa “La María” está sembrado de cultivos varios como café, maní, caña de azúcar, mango, plátanos, maíz, boniato, árboles frutales y maderables.
Además, elaboran abonos orgánicos, practican el riego por gravedad y aplican técnica de economía circular, ya que extraen el aceite de las semillas de girasol, ajonjolí, maní y soja para el consumo personal.
Según consideró Idelfonso, uno de los mayores atractivos que tiene practicar el agroturismo en su finca es la posibilidad de conocer la forma de vida y trabajo de una familia campesina que ha usado la tecnología en función de la producción agrícola con maquinarias e implementos que datan de la primera mitad del siglo XIX y que aún se encuentran en funcionamiento, gracias a las reparaciones que él mismo realiza.
Así, dijo, los clientes pueden comprobar por ellos mismos la manera en que se cultiva la tierra, se riegan las plantas o se extrae el guarapo de la caña de azúcar.
El agroturismo fue una de las apuestas de Cuba durante la recién finalizada Feria Internacional de Turismo (FITCuba 2024) de la mano de la Agencia Cubana de Viajes Ecotur S.A.
Eduardo Veiga, asesor de Ecotur para el desarrollo de productos, comentó que una de las novedades que se presentó en FITCuba 2024 fue el periplo la Ruta de las Fincas, y que actualmente Ecotur trabaja de conjunto con operadores especializados para promocionar el producto.
“Es una oferta más y diferente dentro de la provincia”, aseguró Eduardo, al tiempo que explicó que la ruta está compuesta por cuatro fincas, entre ellas “La María”, en algunas de las cuales se puede hacer estancia, y comprende un programa de varios días.
Además, dijo que en todo el país “este es un producto que está en desarrollo” y explicó que en varias provincias occidentales de la isla caribeña ya existen ofertas “bien consolidadas”.
Por su parte, Frida Velarde, una turista peruana quien visitó “La María”, dijo que Cuba tiene un gran potencial y es una gran atracción para los turistas del mundo.
“Venir a fincas así es algo increíble para los turistas ya que pueden tener otras opciones para divertirse y aprender”, aseveró Frida, quien también es periodista especializada en turismo.
En su opinión, los viajeros después de la Covid-19 han cambiado su concepción sobre la naturaleza y han ganado conciencia sobre la importancia de cuidar y acercarse a la biodiversidad, por tanto, el agroturismo es una práctica que va en ascenso.
“Debemos apreciar la biodiversidad, mirarla, conservarla, aprovechar los frutos, comer bien, la gente está más impactada en su salud y en respetar el Medio Ambiente y las riquezas que puede ofrecer, y Cuba es una cuna para eso”, comentó Frida.