Aún en la actualidad del continente americano, patrones, formas, figuras y cánticos de las culturas indígenas sirven de inspiración para artesanos y diseñadores peruanos, colombianos o mexicanos. Mientras, en Cuba, un grupo de cuatro jóvenes emprendedores ha decidido darle a nuestro pasado aborigen una nueva vida e interpretación acercándolo a la cotidianidad.
Su intención quedó clara desde que iniciaron como colectivo: querían trabajar algo que fuera cubano, tuviera diseño, crearan y produjeran ellos mismos, y tras una inversión previa en telas y serigrafía llegó el tema de las culturas originarias de la isla. La inmersión en contenidos empresariales les amplió el horizonte y ahora el proyecto ATIVA planea beber de varias vertientes que tributan a la cultura originaria cubana: lo aborigen, lo campesino y lo afro.
Con varias colecciones nacidas para textiles y bisutería (Pictogramas, Motivos y Herramientas), y otras en camino que se expanden hacia las palabras y el mobiliario (Vocablos y Caguama), el equipo conformado por Irislén Rego, René Pedroso, Ariana Meana y Maykel Rodríguez funciona bajo una metodología colaborativa: “todos diseñamos, traemos ideas, escogemos las variantes más adecuadas y decidimos cuál fabricar primero y qué va en la próxima colección”, explicó Irislen.
“La autoría es colectiva y el trabajo tiene un funcionamiento horizontal, no hay un jefe ni nadie que decide por encima de otro y cuando no hay consenso se lleva a votación; y esto lo extendemos tanto al trabajo creativo como al administrativo”, apuntó Maykel. Del mismo modo, han delegado ciertas tareas a nivel individual y con esas decisiones personales evitan trabas y garantizan una dinámica por áreas específicas, ya que hasta el momento son ellos mismos los ejecutores de sus creaciones.
Los productos de ATIVA llegan a un público interesado en la cultura cubana menos visible y que no forma parte de los clichés acostumbrados, pero con un corte alternativo, estético y bien facturado. En esa línea, han identificado un grupo de espacios donde expenderlos, considerando la audiencia potencial de cada zona, ya sean estudiantes, turistas o locales. Su gráfica aborigen concretada en bolsas, cojines o aretes, se encuentra en sitios como Estaciones, Conga, La Libertija, Ciclo Ecopapel, Color Café, Capicúa, La Bombilla, Ensemble y Habana Creativa.
Ahora, buscan trabajar de forma contextual a través de la investigación sobre un área geográfica en concreto, los animales de la zona desde la mística aborigen y las historias autóctonas, lo cual condicionará la gráfica y los productos de colecciones futuras. Alcanzar una estabilidad en los materiales, ampliar el local y las maquinarias, posicionarse a nivel nacional para diversificar la oferta al turismo y potenciar espacios de interacción con las comunidades en un marcado compromiso social, figuran dentro de las aspiraciones de ATIVA.
Para estos emprendedores hacer a su negocio rentable y sostenible en el tiempo, a partir de una diversificación del mercado, representa una meta constante, a la par que buscan en la socialización del conocimiento adquirido una forma de hacer más dinámica y menos aburrida esta parte de nuestras tradiciones.
Gracias, por este interesante e inteligente propósito y proyecto. En los países escandinavos desde hace unos años se camina por estas vías de la sostenibilidad ambiental dejando atrás lo más posible el uso de las bolsas de nylon y usando la de tejidos, así como artículos utilitarios con similares concepto culturales y de autenticidad , entre otras iniciativas para preservar, difundir la cultura y amar el ambiente.