Habana Espacios Creativos se llenó de hilos para recibir el primer encuentro de mujeres tejedoras habaneras, organizado por Chulita Teje y Tejidos Leyda, dos de los emprendimientos que se dedican de manera muy especial a este oficio.
El programa contó con presentaciones, talleres, conferencias y una expoferia que reunió aproximadamente a una veintena de emprendimientos. Si bien, todos no se dedican especialmente al tejido, si se relacionan con la costura o tienen que ver con la estética visual.
“Uno de los principales objetivos era unir al gremio, cosa que se hace muy complicada si nunca nos hemos visto personalmente, si no tenemos espacios para socializar y conocer el trabajo de nuestras colegas o para ayudarnos entre nosotros mismos. Entonces fue el mérito del evento”, asegura Yenifer Álvarez, creadora de Tejidos Leyda.
El grupo de Sericultura de la Universidad de Matanzas “Arteseda” fue el encargado de llevar a cabo una conferencia sobre la fabricación de los hilos de seda. Asimismo Lisbet Garcés del proyecto Bibo´s Artesanía con crochet, impartió el taller dedicado a la libertad de tejer utilizando esta técnica, los principios a tener en cuenta para iniciarse en este arte, así como las técnicas sobre el uso de los ganchillos y las agujas. Un espacio en el que se intercambió sobre las oportunidades que ofrece el tejido no solo crochet, que van desde accesorios y bolsos hasta vestuario para mascotas.
Otro de los debates estuvo relacionado con el cuidado de las manos. Dado que el artesano depende de ellas para ejercer. Se conversó sobre la necesidad de aprender técnicas de auto-masaje y planificación de horarios que influyen directamente en la productividad y sus resultados. Por otra parte se intercambiaron experiencias sobre lo que sucede tras el mal manejo o cuidado de esas herramientas que son las manos donde se reconoció además como un llamado de alerta al bienestar corporal.
“Del evento nos llevamos muchas experiencias positivas… Las alianzas constituyen un paso de gran importancia, por ejemplo el grupo de sericultura de Matanzas sería muy buen proveedor de materias primas, no solo a nuestros emprendimientos y negocios, sino al país en general. El intercambio y la socialización de experiencias, nos permite conocer otras técnicas e incluso unirnos en colaboración para la producción de artículos diferentes. Además, estar todos juntos intentando rescatar la tradición del tejido, fue de las cosas más bonitas”.
