A veces, solo se trata de cómo decidas hacerle frente a la vida. Y en esta historia, fue la complicidad en la cocina y el pretexto de una pandemia las que lograron que Violena, Leysa y Evelyn se convirtieran en Las Frescas.
Sus días de cuarentena en la Escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños (EICTV) provocó un cambio en sus dinámicas. Violena estudiaba documental, Leysa trabajaba como actriz y comenzaba a desarrollarse como productora, mientras Evelyn era (es) la diseñadora de la Escuela y hacía también dirección de arte para cortos.
Un caso de Covid-19 las mantuvo un mes en aislamiento. Tiempo donde pasaban mucho tiempo haciendo mayormente comida vegetariana. Fue entonces cuando empezaron a imaginar cómo sería tener un negocio de comida saludable y entregas a domicilio.
“Propusimos los productos: hummus, pesto, hamburguesas de lentejas, tahini, dahl, bolitas de espinaca. Al inicio solo pensamos hacerlo para nuestros amigos. Ya teníamos la costumbre de cocinar, preparar tragos o hacer timbiriches con comida para recaudar fondos para las películas; y justo de ahí sacamos la iniciativa”, comenta Leysa.
El concepto de comida sana, saludable, vino de su experiencia en la escuela, donde convive la cultura culinaria de muchos países. También aprendieron y abogan por una alimentación saludable a partir de lo que pueden conseguir en el país.
“Realmente en Cuba no hay mucha cultura de comida vegetariana. Nos hemos dado cuenta que, desde que hay más información y acceso a las redes, muchas personas se han interesado por cambiar su modo de alimentación, aprovechando las frutas, los vegetales y/o alimentos frescos. Creemos que cada vez hay más inquietud e interés por la alimentación sana”, explica Evelyn.
“Ante la escasez de alimentos es complicado, no hay lugares fijos, ni proveedores de donde podamos abastecernos. No podemos preveer lo qué vamos a producir en las próximas tres semanas; pero justamente ese “inventar con lo que hay” ha hecho que nuestros productos varíen constantemente. Tenemos un menú más diverso, que a medida que pasa el tiempo nos permite incluir recetas nuevas, a raíz de lo que encontramos en el agro”, agrega Violena.
Para estas muchachas, que han logrado establecer un sistema de entregas a domicilio en bicicleta, la experiencia quizás no ha sido tan rentable, pero sí un nuevo camino para reinventarse y de ser creativ@. Y en esto ha influido mucho su conexión con otr@S emprendedor@s.
“Ha sido una de las cosas más lindas que ha tenido este proyecto. Las Frescas en un principio éramos solo nosotras tres, sin embargo, poco a poco se nos fueron acercando personas, en su mayoría mujeres, que ya tenían sus pequeños emprendimientos, o que hacían productos como los nuestros en sus casas, pero no se atrevían a venderlos. Fue tanto así, que empezamos tres, y ahora somos una pequeña comunidad de mujeres artistas, (tenemos un hombre entre nosotras) que hacemos este tipo de productos”.
El trabajo en las redes sociales, sobre todo a través de nuestra página de Instagram, también nos ayudó a conectar con proyectos similares (muchos de ellos surgidos en la pandemia). Ha sido un espacio para establecer lazos con personas que se atrevieron a crear en estos tiempos tan complicados.
No se consideran estudiosas del tema pero sí están muy felices de haber comenzado. Como ellas, muchas mujeres lideran hoy iniciativas desde el sector privado. Evelyn, Leysa y Violena, están orgullosas de formar parte, pero también consideran que el verdadero logro está en que no haya que hacer notar si son mujeres u hombres.
“Las frescas” llegó luego de un derroche de ideas. Define su espíritu, la calidad de sus productos, y las identifica como comunidad de mujeres (frescas) que pasan su tiempo inventando y compartiendo.
“Irónicamente fue la pandemia el motor impulsor. Ahora que la vida está volviendo a su rumbo, nos está costando mantenernos igual que antes, por todo lo que la nueva normalidad implica para nuestras vidas personales y profesionales. Sin embargo, nuestro espíritu va de adaptarnos y ser creativas, inventando con todo lo verde que hay”.