Si perteneces a la comunidad bicicletera cubana, debes saber que lo que se ha estado gestando desde la capital, en cuanto a la movilidad urbana, no ha sido poco. Por estos días el Palacio del Segundo Cabo fue la sede de “Ciudad en bici”, el Seminario Internacional en apoyo al desarrollo del ciclismo urbano.
Como parte del proyecto se produjo un intercambio de experiencias sobre usos y recomendaciones para la bicicleta como medio de transporte urbano, tomando como referencia las prácticas de Cophenague. Al encuentro asistieron miembros del Ministerio de Transporte, así como arquitectos de la ciudad y diversos emprendimientos que apuestan por una mejor calidad de vida.
Entre los panelistas estuvieron Velo Cuba con Ha´bici como primer sistema de bicicletas públicas, el proyecto Arte Corte con el programa Cuba 8, sobre iniciativas barriales para la movilidad sostenible, Citycleta con el programa de educación ciclista y el proyecto Bienestar Corpus Habana, referido al cuerpo femenino y la ciclomovilidad.
La participación de dichos emprendimientos representa un reconocimiento a la labor que han venido realizando en cuanto a movilidad urbana, para con el medio ambiente y la potenciación a la equidad de género en el ciclismo urbano. Además constituye un espacio para que las necesidades de esta comunidad sean escuchadas y atendidas.
“Aún queda mucho por debatir, falta la presencia de más decisores y la realización de acciones de sensibilización para de algún modo crear una cultura de respeto vial a los ciclistas; no obstante este intercambio refuerza nuestra parte académica y constituye una retroalimentación de iniciativas que se hacen con determinadas recursos en otros países y que acá se pueden atemperar sin que pierdan calidad ni impacto social”, comenta Adriana Ricardo, directora de Arte Corte.
La puesta en práctica de lo aprendido en el Seminario llevó a una serie de actividades con los niños de diversos círculos infantiles y comunidades de la Habana Vieja, así como una bicicletada dentro del casco histórico.
Una ciudad con alta circulación de bicicletas es una ciudad amigable con el medioambiente y con nuestros propios cuerpos, además en un país como el nuestro, puede ser una buena opción, ¿no?
